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Una bebé rescatada de una muerte segura en Burkina Fasso
¿Qué hacemos en África los misioneros cristianos con el tema de la tradición, el rito, brujería, superstición?
Con mucha tolerancia, comprensión, y sin faltar nunca el amor que un día nos cambió y nos movió a ayudar a otros.
En Africa pueden ser muy supersticiosos, con tradiciones que atentan contra el ser humano (como en occidente el aborto) en África también hay muchas, por ejemplo el enterrar un bebé vivo junto con el cadáver de la madre cuando muere en el parto. Esto es típico en la religión animista. Hoy por hoy, ya no se hace tanto ya que se está luchando mucho por erradicar esta barbaridad y muchos de estos niños hoy son acogidos en diferentes orfelinatos o centros de acogida como es en el caso de Remar, pero esta es una historia real:
Hace como 18 años, una joven misionera se encontraba en Ouahigouya (norte de Burkina Faso) como responsable de una casa de niñas y bebes. Un día la llamó un doctor africano muy alarmado por el caso que os cuento. Tenían una recién nacida con su abuela; la madre murió en el parto, el padre tampoco vivía y la abuela era muy anciana e indígena. Acababa de nacer la niña y al mismo tiempo de morir su hija; cargaba en brazos a la recién nacida y no la quería soltar pero su intención no era buena; la idea era llevarla al poblado y enterrarla junto al cadáver de la madre ya que decían que la muerte de la madre era culpa de la niña y eso acarreaba maldición a la familia y a toda la aldea, y esta es según ellos la única forma de redimir tal maldición. La misionera y el responsable de Remar en aquella ciudad, con la ayuda del doctor, lucharon contra viento y marea con la gendarmería de la ciudad, el ministerio de la acción social, y con todo lo que hizo falta hasta que consiguieron la custodia de la niña. Lo más difícil fue convencer a aquella anciana aferrada a su creencia y tradición.
Se dice que el mundo es un pañuelo, 15 años después, mi esposa y yo volvimos a encontrar a aquella bebe hecha ya una adolescente en una comunidad de Remar en Bobo Dioulasso (sudoeste del país): se llama Lea, como una de nuestras hijas; ahora teníamos a Lea 1 y Lea 2 como las reconocían en la comunidad. Es de tanta alegría verla pues está sana y feliz, tiene todo lo necesario para vivir y lo más importante, el amor de Dios.
Para que Lea hoy tenga una familia y viva feliz, tres personas tuvieron que luchar con gendarmes, autoridades políticas y hospitalarias, y lo peor de todo, contra aquella tradición ancestral animista que quería llevarse a aquella hermosa bebe junto con el cadáver de su madre a un oscuro sepulcro.
Http://www.remar.org/vidas-salvadas/713-al-sepulcro-o-a-la-casa-de-dios.html