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Las victimas del terror rojo en Criptana

28/12/2020 13:24 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Durante la Guerra Civil española entre 1936 y 1939 se produjo una terrible represión de los cristianos en España. En la localidad de Campo de Criptana (Ciudad Real) se asistió también a este cruento episodio, con diversas muertes a manos de los milicianos

Uno de los capítulos más tristes de la Guerra Civil que se vivió en España entre los años 1936 y 1939 del pasado s. XX es sin duda el referido a los asesinados por razón de su fe o ideología. El bando denominado Frente Popular, o bando rojo, que actuaba en la Guerra bajo las consignas marxistas que recibía de la URSS, identificaba como enemigo natural al que aniquilar a la propia Fe católica, lo que se traducía en perseguir y matar a todos los religiosos o laicos cercanos a la Iglesia.

La cifra de masacrados en la persecución religiosa que tuvo lugar contra la Iglesia Católica durante este período asciende a más de 6.800 personas, según los más rigurosos estudios históricos. Este episodio historiográfico ha sido denominado como Terror Rojo.

En todo caso es necesario distinguir estas víctimas, asesinadas, del resto de víctimas de la Guerra, caídos en el frente de combate o bien en acciones bélicas. Dado que en el primer caso se trata de personas que fueron detenidas y asesinadas solo por sus ideas cristianas, y no en el marco del combate militar propio de una Guerra.

En nuestra localidad de Campo de Criptana se contabilizaron 82 asesinatos, de los cuales buena parte lo fueron por sus creencias religiosas.  En concreto 7 de ellos eran sacerdotes, sus nombres eran Vitoriano Beamud, Especioso Perucho, Manuel Antonio Muñoz Pedrero, Antonio Moraleda González, Franco Nieto, Avelino Ortiz Carrasco y Evaristo Quirós Quirós.

Quedó el municipio en manos del bando rojo al inicio de la contienda, en zona republicana, y se mantuvo en manos del ejército republicano casi hasta el final de la guerra. Entre el 19 y el 20 de julio de 1936 los milicianos, alzados en armas y con el respaldo del ejército rojo, detuvieron en el pueblo a unas 250 personas, que fueron hechas prisioneras sin acusación penal, solamente por ser “de derechas” o “de la iglesa”. Para los milicianos ambas ideologías eran objetivo a exterminar.

Solo unos días después, el 25 de julio, fue fusilado Gregorio Villafranca Pedroche, de profesión panadero, a las afueras del pueblo, en la carretera de Alcázar. Se le acusaba de pertenecer al partido político de Falange. Evidentemente pertenecer a un partido no era un delito previsto en el código penal, ni mucho menos merecía la pena de muerte. Pero no fue necesaria sentencia más que la voluntad de asesinarlo de los milicianos.

A partir de ahí, y como sucedió en muchos otros pueblos de España que estaban en manos de los milicianos del Frente Popular, se sucedieron los fusilamientos y asesinatos sobre estos civiles detenidos.

Así, a los pocos días se fusiló al primer sacerdote y a otros dos vecinos de la localidad a los que se acusaba de pertenecer al partido Falange. El mes siguiente, el 18 de agosto, le prendieron fuego a la Iglesia parroquial y a la hermita de San isidro, y el mismo día fusilaron a otros 11 civiles de los que mantenían detenidos. Igualmente los asesinatos se produjeron en las carreteras a las afueras del pueblo.

Este episodio historiográfico se conoce como Terror Rojo

El 22 agosto trasladaron a la cárcel provincial de Ciudad Real a 25 prisioneros, y hasta esta ciudad se trasladaron varios milicianos de Campo de Criptana, que identificaron a 23 de estas 25 personas y las fusilaron igualmente.

De la misma forma, milicianos criptanenses se fueron hasta Madrid para identificar allí a personas del pueblo a las que querían asesinar, pero residían en la capital. Estos eran miembros de familias importantes del pueblo: familias Baillo Manso, Penalva Baillo y Treviño Suárez de  Figueroa. A los que pudieron localizar, que habían sido detenidos por milicianos madrileños y se encontraban allí en una checa, en concreto dos miembros de la familia del Conde de las Cabezuelas, los fusilaron allí mismo.

En agosto de 1936 se fusiló también en Campo de Criptana a Gabriel Minguez, de 46 años, por pertenecer a la organización política Renovación Española. De la misma forma fusilarón a Joaquin Gonzalez, de 36 años y farmacéutico, acusado de pertenecer al partido Falange. Igualmente fusilaron a Federico Moratalla, de 47 años y de profesión agricultor, por pertenecer a la organización política Acción Popular. Todos ellos fueron ejecutados a las afueras del pueblo, en la Carretera de Arenales.

De los siete curas de Campo de Criptana, Victoriano Beamud, de 43 años de edad, fue fusilado el 26 julio en la puerta de la cárcel que se había habilitado por los milicianos en Criptana. El 28 de agosto se fusiló en la carretera de Pedro Muñoz a Especioso, de 41 años, a Manuel Antonio de 62 años, y a Antonio Moraleda, de 29 años. El sacerdote Evaristo Quirós, de 59 años, cuya tumba se encuentra en el Convento, fue trasladado a la checa de Chamartin de la Rosa, actual barrio de Chamartin en Madrid, y allí se le fusiló el 15 de septiembre. Finalmente Franco Nieto, de 60 años, fue fusilado a la entrada del cementerio municipal el 19 de septiembre y Avelino, que contaba con 56 años, fue fusilado en el mismo lugar el 23 de septiembre.

El último asesinado por los milicianos del ejército rojo en Campo de Criptana fue Juan Ferrán Huertas, un joven estudiante, al que le dispararon en la puerta de su casa el 22 de junio de 1937, y que pertenecía al grupo Juventud Católica.

En definitiva, formaba parte del programa de acción del PSOE de la época, y de sus socios republicanos, comunistas, anarquistas y separatistas, el destruir y exterminar a todos los miembros de la Iglesia Católica, así como a todas las personas que militasen en partidos contrarios a su ideario. Porque ese programa es el que pretendía instaurar una república soviética en la Península ibérica, siguiendo la ideología marxista y las directrices de Moscú.

Y dicho ideario parece que fue transmitido a los milicianos en todos los pueblos bajo dominio republicano en la Guerra, lo cual llevó a la matanza sufrida de cristianos y miembros de partidos de derechas, como sucedió en nuestra localidad manchega.

 


Sobre esta noticia

Autor:
Andrés Muñoz Barrios (137 noticias)
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Tipo:
Reportaje
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