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Ras varios avances que venían prometiendo acción sin fin, finalmente llegó el estreno de The Wolverine, segunda película sobre este emblemático personaje de Marvel. La primera, X Men Origins: Wolverine del año 2009, nos contaba un poco la historia y el origen de este mutante. En esta ocasión, si bien la trama juega con algunos flashbacks, no es necesariamente una continuación de la primera película, sino más bien una mirada a su futuro luego de X-Men: The Last Stand (la tercera y última película de la saga original) que fuera estrenada en 2006.
The Wolverine llega para quitar un poco el mal sabor que nos dejaron tanto X-Men Origins: Wolverine como la tercera parte de la saga original, dos películas para el olvido.
Ya en los primeros minutos nos encontraremos con un Logan de pelo largo y barba prominente que parece no haberse bañado en un buen tiempo, pululando por montañas y bares tratando de olvidarse de quien es y de su pasado, que lo acecha por las noches impidiéndole dormir. Hasta ese momento parece que el pobre muchacho no tiene donde caerse muerto, hasta que se topa con una japonesa un tanto particular quien le dice que su maestro – a quien Logan conoce desde hace muchísimos años – está muriendo y querría despedirse de él antes de que eso suceda. Un poco reacio al principio, finalmente Logan acepta, y es allí donde arranca realmente la historia. Centrada en Japón, la trama tiene varias cosas que irán apareciendo de a poco: las investigaciones de la empresa del viejo Yashida y su interés por las propiedades del cuerpo de Wolverine, los problemas políticos que vienen de la mano del apellido Yashida y los propios demonios con los que nuestro héroe se enfrenta dentro de su propia cabeza.
Las escenas de acción son muy buenas y vamos a poder ver a un Wolverine confundido y vulnerable cuando algo afecta a sus tan conocidos poderes de sanación. Además, el hecho de que todo suceda en tierras niponas le suma al film espadas, ninjas, volteretas en el aire y esas cosas que tienen las artes marciales que hace que todas las peleas sean dignas de admirar. En líneas generales y sacando alguna que otra cosita que no termina de convencer, en el ámbito "película de acción", el film cumple y muy bien.
Los personajes secundarios aportan también lo suyo, haciendo más rica la trama. Tanto la coprotagonista -la joven nieta del maestro Yashida- como Yukio -la muchacha de rojos cabellos que lo va a buscar al principio de la película-, hacen muy bien lo que les toca. El resto de los personajes también cumple, aunque obviamente el más importante y quien se pone la película al hombro es Logan. Y Hugh Jackman, como siempre, lo actúa a la perfección. Lo único que podría criticarle son algunos baches en la trama y ciertas situaciones que parecen como sacadas repentinamente de una galera. Pero en líneas generales, tanto en actuaciones como en efectos y acción, The Wolverine está muy bien y es una muy buena opción para ir a disfrutar un rato de la pantalla grande. Algo que sí me pareció muy interesante es cómo unieron esta historia a las anteriores de los X-Men, y cómo cuando empiezan a arrancar los créditos, sale una escenita que deja la puerta abierta para la próxima película. ¡A esperarla!
Una pequeña recomendación a los que aún no la vieron en el cine: es una de esas pocas películas que valen la pena verlas en 3D. El efecto tridimensional está muy bien logrado.