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El Mega terremoto que azotó a Chile el pasado 27 de febrero desploma una vida de sacrificios, pero nos acerca a nuestro ser interior
La noche del 27 de febrero a las 3:34 AM, será recordada para muchos Chilenos que aún convivimos con extrañas emociones, luego de que la tierra nos dejara en claro que somos tan vulnerables a sus reacciones, y que bastaron que esta se "sacudiera " por casi 3 minutos para despertar pánico en la población de casi toda una larga y angosta faja de tierra, devastándolo por el mega terremoto de 8.8 grados richter y posterior tsunami en las zonas costeras de nuestro País.
Incertidumbre, oscuridad, gritos y lágrimas son los recuerdos que al cerrar los ojos por solo un instante, cualquier persona que halla sobrevivido a ésta catástrofe puede atraer hacia su mente; Las réplicas constantes hacen que cada movimiento vuelva a sembrar aquella emoción de intranquilidad latente, reflejada en el rostro de muchos.
Hasta hoy las lámparas colgantes se han convertido en amigas previsoras que nos indican que algo esta sucediendo, creo que chile entero cada 1 o dos minutos sin intención alguna suspende cualquier actividad, tan solo para dar un vistazo a aquel artefacto.
Sin duda la vida para muchos a cambiado, y es lógico que todos reaccionemos de diversas formas, pero quisiera detenerme en un punto que quizáss a varios les acerque a un cambio rotundo en su estilo de vida. Todo esto tiene relación con que además de ser un terremoto en la tierra, es un terremoto en el alma, en las emociones que cada ser que habita este lugar puede "sacudir" y "desplomar" al igual que todo lo material que vimos caer frente a nuestros ojos; Sin duda alguna todo aquello que un día antes valorisamos con tal apego quedo ahí tirado e incluso fuimos capaces de pasar por encima de él, en ese momento "nada valía más que la vida de cada uno y por supuesto la de todos nuestros seres queridos"... Es aquí precisamente donde quiero focalizar todo lo que puedo revelar al escribir esta nota, si tan solo unos segundos de caos lograron elevar lo que realmente importa en la vida, todos nuestros afectos y todo nuestro desinterés por lo material que tan arraigado está en nuestras existencia, una serie de preguntas rondó e inundo abruscamente mi mente ... ¿Porqué no le damos el realce que se merece nuestros sentimientos?, ¿porqué no nos detenemos a contemplar todo aquello que la mismÍsima tierra nos ha dado y ahora nos está de alguna forma quitando?, ésto producto que nosotros mismos la estamos malgastando, ensuciando, contaminado, ¿porqué si al igual que nosotros ella está viva no la cuidamos como se merece?, ¿porqué nos importa tanto sacar el mayor provecho de ella, devastarla sin piedad y gozar de sus riquezas?, ¿porqué no nos importa pasar por delante de un hermano que quizás esta sufriendo y no nos detenemos porque llevamos prisa?...
Muchas pueden ser las respuestas que automáticamente se viene a la mente, pero me gustaría rescatar que en "aquellos minutos" todos fuimos distintos a los días anteriores, en que con suerte saludabamos al que por años a vivido a metros de nuestros hogares, nuestros vecinos, a aquel que no conociamos pero podiamos hablar de él con mucha propiedad, no nos importó nada, todos eramos uno y si alguien sufria nosotros también, todos estabamos en la misma situación como muy pocas veces en la vida hemos estado, no había grandes diferencias, casas de 30 metros cuadrados con grandes construcciones en los mas altos barrios de nuestro país se movían con la misma intensidad, a la misma hora y con la misma fuerza, el miedo que una familia que apenas tenía unas pocas cosas en su interior inundaba de la misma forma que aquella que deslumbra por su estructura por su "elegancia", los niños de los barrios mas pobres y los niños de lugares más acomodados despertaban y salían ala calle de la misma forma en que antes nos habiamos acostado todos, nadie se preocupaba de como andaba vestido el de al lado, si tenia zapatos o si eran de la ultima marca de moda, nadie se peino ni maquillo, nadie combinó mil veces lo que llebaba puesto.
Es por eso que escribo o más bien intento relatar lo que muchos vivimos, porque creo que puede servir para revivir lo que llevamos oculto tras nuestro cuerpo, nuestra Alma, lo que realmente nos hace seres vivientes, lo que para mi luego de este "remesón "se ha encendido en lo mas profundo de mis sentimientos y esto es amar cada cosa que exista en la tierra por más infima que sea, agradecer por todo lo que tenemos y por la segunda oportunidad de poder darnos cuenta en que estamos muy mal encaminados, pero que si podemos cambiarlo si muchos nos proponemos ser cada día mejores.
Recuerdo un día en la universidad en que en una clase de taller de desarrollo personal, se preguntó si alguien se podia proclamar o pretendia ser algún día un " lider" y solo dos levantamos la mano, no lo hize de forma egocéntrica de ninguna manera fue casi innato y ahora me doy cuenta que sí, que cada uno de nostros puede serlo, si lo piensa como una forma de ayudar al resto, creo que cada uno de nosotros sacó ese liderazgo por mas ocultato que estuviese y nos volvimos a parar firmemente frente a la vida levantando lo que estaba en suelo, para volver a construir, para volver a crear, para volver a ponernos de pie. se cayó lo que construimos en la tierra, pero no se caerá nunca lo que construimos en nuestra alma y en nuestro corazón; Por está razón y como último comentario invito a todas las personas que leerán este relato a motivarse a ser cada dia mejor y a creer y querer ser un lider de verdad.