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Cuando se terminaba el recorrido por los diferentes elementos, de los cuales formamos parte, pasamos al siguiente salón, donde nos esperaba la Madre Divina
El Oasis, Barquisimeto, Edo. Lara
- Taller: Oasis, Barquisimeto Edo. Lara
- Reencuentro en el Oasis de los diferentes grupos de yoga, que han asistido a este Centro Filosófico en los últimos años.
- Se desarrolló un taller metafísico sobre: La Sanación, el Perdón, los elementos del Universo y un acercamiento a la Madre Divina.
- Este taller me gustó mucho, allí asistí como participante y como colaboradora en la jornada de la tarde, que versaba sobre los “elementos del Universo”.
- El trabajo desarrollado por el equipo, los participantes, nos permitió a todos un crecimiento espiritual, mediante, no solo de las técnicas adecuadas, sino el dejar fluir la energía del ser humano que, en contacto con algunos grupos, tiene un resultado positivo.
- En este taller, destacó la actividad y la entrega de un joven matrimonio: Luis y Xiomara, que brillantemente dirigieron el ritual de sanación y el del perdón.
- Luis explicó, con sencillez y acierto, lo que es sanación. Dio ejercicios didácticos de cosas cotidianas de la vida, puso algunos ejemplos como el llamado de un borrachito en la calle, que nosotros ignoramos, o la llamada de atención de un panadero, sobre nuestro aspecto, que en algunos casos puede ser un mensaje sobre salud, esto yo lo considero importante en el ámbito de las coincidencias, ya que si nosotros aprendemos de las fuerzas que le dan forma a estas coincidencias, se aprende a vivir en un nivel más profundo. Carmen Santiago, figura metafísica sobresaliente, aconseja: “Vivamos más en el mundo de los significados que en el de las formas, para tener una idea más clara de Dios, del hombre y del Universo”.
- En el inicio del taller destacó la colaboración de nuestra hermana Iris, con un hermoso juego de apertura.
- En la organización y el trabajo de taller, se hizo notar el esfuerzo constante de nuestra hermana Trina, la participación de dos niños colaboradores, (hijos de Luis y Xiomara), quienes proyectaron en todo momento la buena formación que les han dado sus padres.
- En las actividades de logística del taller, además de la intervención del equipo, se ofreció el apoyo voluntario de un grupo de jóvenes que se encargaron de servir desayuno y almuerzo, después de la bendición de los alimentos. La organización no tuvo nada que desear, fue espontánea y sin ningún tropiezo, pese a lo numeroso de la audiencia, que era de 40 a 45 adultos y un grupo de hermosos niños.
- Es bueno reconocer la atención y cariño de nuestra profesora de yoga, Isabel, que a todos nos recibía con los brazos abiertos.
- Seguimos con el desarrollo del taller: tanto Luis como Xiomara, nos encaminaron en el ritual de la sanación y del perdón. Estos rituales son realmente positivos porque nos ayudan a avanzar, siempre que se tenga presente no caer en fanatismos de grupo, no caer en el ego espiritual de algún dirigente, y a la vez, estar claros en la preparación de nuestra energía espiritual. Me emocionaron las bellas oraciones de Xiomara, ya que tuve la suerte de quedar delante de ella en el proceso de sanación. El círculo mayor envió energía sanadora al círculo menor de los que tenemos problemas de salud en estos momentos. Considero que se dio la sanación y recordé las frases de un maestro oriental: “cuando los poderes espirituales se transmiten, ya no pueden volverse atrás, si se vuelven atrás ya no pueden transmitirse y sus grandes poderes se pierden para el universo”. El ritual del perdón fue sencillo, emotivo y efectivo.
Rutina de la tarde:
- El equipo organizador se dedicó a preparar dos salones: uno para el ritual de contacto con los elementos del universo, y el otro para un acercamiento a la Madre Divina.
- Isabel escogió a los representantes de los elementos entre sus viejos alumnos. El agua estuvo representada por Luis, con excelente desempeño. El éter lo representó Rosita, persona de gran preparación, conocimientos, experiencia y humildad. El fuego, fue representado cálidamente por Reina. La Tierra, su representante realmente tiene conocimientos sobre la “Madre Tierra”. El aire me fue entregado a mí, lo que consideré acertado, por mi trabajo en el Reiki y mis investigaciones sobre energía. Realmente, para mí, fue un descubrimiento, el susurrar a los participantes la importancia de este elemento. Yo ignoraba que sabía bastante sobre el aire.
- En este ritual, me impresionó la actuación de Luis, Xiomara, Trina e Iris, pues además de ser organizadores, actuaron como participantes, eso es lo ideal en un trabajo grupal, en todo momento demostraron ser guías, maestros, con una bella virtud: la humildad.
- El orientador que no participa como uno más del grupo, cae en el ego espiritual, que es perjudicial tanto para él como para el grupo. Ellos no lo hacen, porque se creen iguales al grupo y no superiores, todos somos iguales y como adultos aspiramos al mismo regalo: ¿Cuál es el siguiente paquete? Vida sana, feliz y productiva, la familia amante, seguridad económica, autoestima y respeto, pero sobre todo, trascendencia espiritual, que en ningún momento de un taller como este debe ser empañado por el ego.
Deepak Chopra, escribe: “Si podemos quitar el ego del camino, Las intenciones se cumplirán por sí mismas, porque nuestras intenciones atraen elementos, fuerzas, sucesos, situaciones, circunstancias y las relaciones necesarias para alcanzar los resultados. No olvidemos que las intenciones movilizan el universo con todos sus elementos y personajes.”
Este escritor Chopra también en una de sus obras, llega a demostrar que cada coincidencia que ocurre en nuestra vida es portadora de un mensaje sobre el presente en que vivimos, donde pueden ocurrir los milagros. Voy a seguir describiendo el trabajo de la tarde: cuando se terminaba el recorrido por los diferentes elementos, de los cuales formamos parte, pasamos al siguiente salón, donde nos esperaba la Madre Divina, en esta experiencia sentí algo muy especial, no me sentía en el Oasis, sino en un camino larguísimo, me sentía ciega, pero muy dentro sentía que llegaría, porque me guiaban dos mensajeros, y que ese era mi camino.
Cuando al fin llegué, recibí el abrazo y el mensaje que ella me dio: sentí paz y tranquilidad. Al pasar todos los participantes, nos reunimos unos minutos con el equipo, yo no conocía personalmente a la que me tocó de madre divina, pero fui directamente hacia ella y le dije: “tú fuiste mi “Madre Divina” y ella me contestó: “Claro, el contacto se dio…” tanto las relaciones con los que amamos y nos atraen, como con los que sentimos rechazo, esa es una manera de vernos en los demás y eso siempre lo hacen las personas que vislumbran más allá de lo cotidiano.
Cuando la persona, en un grupo, dice: “Aquí estamos solo los que debemos estar”, está discriminando, sintiéndose superior y mejor que los demás, y todos somos iguales, con ponderaciones positivas y negativas.
Me gusta escribir estas experiencias para mí y mis compañeros, porque es importante en los grupos el tratar el tema de las relaciones y es a través de ellas y de cómo nos comportamos, cómo entendemos los mensajes y es aquí donde tenemos la oportunidad de evolucionar.
Chopra, en uno de sus libros, tiene un ejemplo buenísimo en su enfoque de las relaciones cuando escribe: “Tú te pareces a Adolfo Hitler, eso va a escandalizarte porque tú eres bueno y él es el más malo de la historia…”
Chopra hace esta pregunta: “¿Alguna vez has expresado prejuicios con respecto a personas por su nombre, su origen, su color de piel, su acento o su discapacidad? Si contestas sí, entonces tienes un parecido con Hitler”
Realmente fue una coincidencia que asistiera a este taller, pues actualmente estoy residenciada en Caracas en un proceso de salud. Vine a Barquisimeto por una semana y el día que llegué, me llamó Isabel para invitarme. ¡Qué coincidencia! busquemos el significado de estas palabras. Yo creo que necesitaba el taller, los seres humanos tenemos mucho que sanar, perdonarnos y perdonar. Debía conocer a Luis y a Xiomara en acción, me gustó su trabajo, ojalá algún día podamos trabajar juntos. Junto a ellos colaboraron sus dos pequeños hijos, como ángeles mensajeros de La Madre Divina. Que Dios los bendiga.
Debía sentir el afecto de mi amiga Trina, el afecto de Isabel y la solidaridad de nuestra querida Iris. Ella fue la que abrió el taller con un juego sobre las virtudes del ser humano. Comenzó con el amor, llegó a mí con la solidaridad y yo lo llevé a la paz, cierre del juego que en este caso estaba representado por una hermosa jovencita que ganó el regalo, éste consistía en galletas hechas de trigo (energía de la Madre tierra) mezcladas con agua (nuestro elemento esencial) y horneadas con el fuego.
Hicimos una pausa para inspirar y expirar el aire que nos da la vida… Saboreamos las galletas porque estamos aquí… Pasamos en el juego por todas las virtudes y cualidades positivas, para permitirnos ver la luz de las personas con las que compartíamos por los caminos del hombre en busca de los caminos del amor y la paz.
Es raro, pero terminé este escrito con los inicios del taller, será porque todo en la vida tiene un principio; pero nunca un fin, ya que siempre volvemos.