Leonel Robles

Recién terminaba de redactar un texto para revista de Estados Unidos, leo que una buena parte de los maestros de por lo menos cinco entidades se declaran en paro indefinido. Y, como siempre, las amenazas de los gobiernos estatales están apuntando hacia la represión, acordes con el  acomodaticio secretario de la SEP quien  sale prontamente a  hacer declaraciones intimidatorias que golpean el salario de los inconformes: un maestro que falte durante cuatro días consecutivos a su trabajo puede ser cesado (cito de memoria); es decir, olvídense de sus derechos laborales, a la libre decisión de organizarse, y a su derecho a manifestarse. Está invalidada toda suerte que ponga en riesgo la política peñista. La reforma educativa es y punto.

¿O no es lo que está haciendo?

Dado que este gobierno es muy dado a la numerología y estadísticas, ¿por qué en lugar de evaluar almacenes de conocimientos, no evalúa vocaciones? Ya encontrará los instrumentos adecuados para medir las aptitudes de los maestros, con suerte encuentra nuevos motivos para seguir recortándoles horas, en el mejor de los casos, o de plano para despedirlos. ¿O no es lo que está haciendo? Y el temido sindicato de  Gordillo, en hermético silencio. No respiran por temor  al enojo del verdugo de la clase trabajadora mexicana.

Dado que este gobierno es muy dado a la numerología y estadísticas, ¿por qué en lugar de evaluar almacenes de conocimientos, no evalúa vocaciones?