-Para mí, ir al retrete siempre fue algo sorpresivo e inoportuno. Pero desde que existe la Internet, pongo pausa a las novelas y listo

-¿Y antes cómo hacía?

-Me cagaba encima

-Ustedes quieren un aumento salarial, pero les daremos un bono pequeño; que, al final de cuentas, es más lindo

-¿En qué basa su afirmación?

-Bueno, un bono chico... es un bonito; un bonito presente que aparece por única vez

-Mirá, si teniendo al poder judicial y a todos los medios de comunicación a tu favor no supiste meter en cana a tus enemigos... merecés ir preso

-¿Por pelotudo? Eso es discriminación

-No, por los delitos contables

-Ah

-Al terminar el mandato, del más grande de todos los cipayos entreguistas que hayan pasado por estas tierras, lo fuimos a buscar y...

"Ja, podrán condenar y encerrar mi cuerpo; pero mi alma está allá lejos, viviendo el exilio en una mansión rentada por el Imperio"

-¿Y qué pasó?

-Nada, llegamos tarde

-Quiero ser presidenta, líder social, directora de hospitales, gobernadora, ministra de cultura...

-Todo eso, claro que sí. Elija un cargo y se lo damos

-Ministra de Economía

-Estem, no; en el mundo capitalista hay cosas que no se tocan y deben ser administradas por nosotros

-¿Los faloperos cipayo-entreguistas?

-Me refería a los hombres en general

-Machirule

-¿Está enojada?

-No sé, tú sabrás