¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Economía escriba una noticia?
La Fuerza está de regreso: desde Francia hasta Suecia, pasando por Holanda, el nuevo "Star Wars", "Rogue One", salió este miércoles en la gran pantalla generando división de opiniones entre los fanáticos de la saga intergaláctica.
"Estuvo realmente muy bien (...) Éste es el más auténtico y más fiel al estilo de la vieja trilogía" se entusiasmó Seppo Lievonen, de 35 años, portando un gorro Star Wars y un sable láser en la mano, al salir de una sala de cine casi llena en Helsinki.
Miles de fans acudieron desde temprano a las salas, atraídos por la comunicación montada por Disney en torno a este primer episodio derivado de la saga ("spin off") -en el cual están ausentes los personajes legendarios de la epopeya, Luke Skywalker, Han Solo y la Princesa Leia-, que suscitó menos expectación que el anterior.
Los incondicionales sólo han esperado esta vez apenas un año tras "El despertar de la Fuerza", precedente episodio de la epopeya que creó el gran acontecimiento del año una década después de la última trilogía.
Proyectada en pre-estreno el sábado en Los Angeles, "Rogue One: a Star Wars story", realizada por el británico Gareth Edwards ("Godzilla"), se lanzó este miércoles en varios países europeos (Francia, Bélgica, Holanda, Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca...), antes de Reino Unido y Alemania, en particular, el jueves, y el propio Estados Unidos, el viernes.
La historia versa sobre la misión de un comando de la Alianza Rebelde para recuperar los planos de la Estrella Negra, el arma de destrucción del Imperio.
La intriga se ubica justo antes del episodio lanzado en 1977 bajo el título "Una nueva esperanza".
Como en "El despertar de la Fuerza", los proyectores se centran en una heroína, en la ocasión Jyn Erso, una joven e insumisa mujer interpretada por la británica Felicity Jones ("La teoría del tiempo").
- Más realismo -
Fiel al universo de "Star Wars", "Rogue One" cuenta con todos los ingredientes que forjaron el éxito planetario de la saga: carreras y persecuciones de naves espaciales, los famosos "stormtroopers" con armaduras blancas, criaturas monstruosas y tragedias familiares, y como extra la presencia, confirmada en trailers de anuncio, del célebre Darth Vader.
Rodada en Gran Bretaña, Islandia, Jordania e islas Maldivas, "Rogue One" dedica particular atención a los efectos especiales. Pero la película tiene aires más realistas que las precedentes, en particular en las escenas de combate, lo que la acerca por momentos a los filmes de guerra.
Edwards, que forma parte de una generación de cineastas por la que apuesta Disney, y que trabajó en "Rogue One" junto al director de fotografía de "Zero Dark Thirty" (filme sobre la captura de Bin Laden), ha comentado que se inspiró en fotos de guerra para brindar más realismo a los enfrentamientos.
Como en "El despertar de la Fuerza", el lanzamiento de "Rogue One" estuvo acompañado de una campaña de márketing sabiamente diseñada por Disney, que compró en 2012 los derechos de la saga de George Lucas por 4.000 millones de dólares.
Como en el año anterior, los periodistas invitados a las proyecciones de pre-estreno fueron sometidos a varias restricciones, como la de no poder revelar ciertos aspectos de la trama.
Hubo primeras críticas favorables, y alguna severa. "Una apuesta exitosa" según el diario francés Le Figaro, la película "deslumbra" para Le Parisien, "Rogue One son dos horas y 13 minutos de acción en el espacio terriblemente divertidas" para el diario sueco Svenska Dagbladet, mientras que para el británico The Guardian, es "una aventura excitante, agradable", pero "ya vista".
En cambio el New York Times la califica de "película totalmente mediocre", y el francés "Le Monde" le atribuye un "tono fúnebre y mercantil".
Disney prevé lanzar un "Star Wars" por año. Otro "spin-off", sobre la juventud de Han Solo, es esperado para 2018.
El método Disney funciona por ahora: "El despertar de la Fuerza", cuya continuación está prometida para el año que viene, recaudó en 2015 los mayores montos de taquilla, terceros en la historia del cine, con 2.100 millones de dólares en todo el mundo.