Fotografía (Collage del pintor Cesáreo Naranjos)

Hace dos años. Jamás nos habíamos preocupado por quienes no estaban vacunados contra el tétanos, sarampión o tuberculosis. Era por así decirlos, algo privado. Mejor dicho, nos importaba un bledo. No solíamos preguntar por ello, después todo cambió y nada se puede remediar.

La vida sigue y nosotros poco a poco tratamos de asimilar los cambios, pero no encontramos respuesta.

Cómo no vas a tener miedo, si hasta los religiosos que siempre te están vendiendo la salvación, hacían cola para ser vacunados, me pregunto. Es acaso la obra del hombre más poderosa que la de su dios. Es que acaso su fe es tan vana que no les permite ser salvos. Religiosos pobres de corazón que pregonan por las calles el poder de dios y temen a un microscópico virus.

Ya no existe el dicho que la unión hace la fuerza, el sistema político ha cumplido con su enmienda: divide y vencerás

Cómo no vas a tener miedo, si las conferencias de prensa de los políticos, eran tan absurdas y sus reglas emitidas, tan incompetentes.

En el transcurso del Corona virus, ha habido más conferencias políticas que declaraciones científicas.

Entonces en quién creer?

Los vacunados, siempre pretenden denigrar a los no vacunados.

Ya no existe el dicho que la unión hace la fuerza, el sistema político ha cumplido con su enmienda: divide y vencerás.

En el transcurso del Corona virus, ha habido más conferencias políticas que declaraciones científicas