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Galapagar es el nombre de un pueblo de Madrid que lleva al recuerdo de la escuela de formación de cuadros del PSOE y el lugar de encuentro de muchas formaciones progresistas durante la transición
Pero Galapagar, se ha convertido estos días en el nombre asociado a las críticas demoledoras contra Irene Montero y Pablo Iglesias, ya que es allí donde residen actualmente.
El descenso electoral de Podemos ha ido parejo al resurgimiento del neofascismo en el Estado español y a la recuperación del electorado del PSOE.
El coro de “inscritos” como gustan llamar los morados a sus afiliados, se ha desgañitado (y sigue desgañitándose) en las Redes con furibundos ataques a propios y vecinos, es decir a sus antiguos compañeros de filas y al PSOE.
Monedero ha llegado a acusar a Errejón de ser un instrumento de “las cloacas del Estado” --fuerte, muy fuerte-- al más puro estilo de Dios Dado Cabello, olvidando que son “los padres fundadores”, es decir él mismo y Pablo Iglesias, quienes en su momento fueron instrumentos, pagados por el chavismo en las filas de la izquierda española.
Y no por que fueran tontos útiles, sino porque cobraban por asesorar a Hugo Chávez y de paso crear una red de apoyos a los bolivarianos dentro de la izquierda española, especialmente en las filas de Izquierda Unida.
Y eso no es un invento personal ni una campaña de desprestigio de la derecha, es un hecho conocido por todos los que militan desde hace años en el campo de la izquierda y de la izquierda revolucionaria.
Podemos y sus muchachos se han ganado a pulso su derrota, se la han trabajado a fondo, a base de ataques furibundos contra los suyos y a base de dejar “muertos en las cunetas”, o intentando convertirlos en “cadáveres políticos”, una vieja práctica cainita heredada del viejo PCE.
Pero no estamos en tiempos de la clandestinidad, no estamos en los tiempos en los que CC.OO. era un movimiento político sindical asambleario y el PCE era para toda la izquierda “El Partido”, estamos en democracia y en la era de las Redes Sociales.
El núcleo duro de Podemos, ese que nació en las aulas de la Universidad, ese que creó una empresa dedicada a asesorar campañas electorales y gobiernos bolivarianos, ya no está en condiciones de dar clases de nada y ha demostrado su incapacidad para dirigir cualquier proceso político en tiempo presente.
Podemos es la crónica de un fracaso anunciado, el oportunismo de izquierdas
Han confundido al enemigo con el adversario, han defraudado a sus bases y han fomentado el fraccionalismo en sus propias filas.
Se han subido al carro de los cargos antes de demostrar su eficacia en la construcción de un instrumento para la toma del Poder.
No han sabido construir la locomotora capaz de tirar de los pesados vagones del tren de la izquierda, algo que si supieron reconstruir los socialistas después del choque de trenes que supuso la defenestración de Pedro Sánchez como Secretario General del PSOE.
No han aprendido las lecciones que da la historia y se han dormido en los laureles de la gloria efímera que les dio un buen resultado electoral cuando eran tiempos revueltos para la socialdemocracia.
No han aprendido nada de sus vecinos, que fueron capaces de recuperar la dirección del partido, recuperar su electorado y alcanzar la presidencia de un país, cada vez más fraccionado política e ideológicamente.
El núcleo duro de Podemos, ha hecho todo lo contrario, se ha fraccionado, ha perdido base militante y ha perdido votantes elección tras elección.
Estos son los hechos, una cosa es predicar y otra dar trigo, deberían pensar seriamente en acudir a la escuela de verano de Galapagar, bajar la cabeza, cambiar el discurso altanero e impregnarse de modestia.
No olvido la importancia que ha tenido a lo largo de los años la escuela de formación de cuadros de Galapagar.
Muchos militantes socialistas pasaron por ella, con modestia y humildad, dispuestos a aprender.
Claro que estos muchachos no fueron a la mili, desconocen algo que se llama disciplina y jerarquía, elementos básicos para todo ejercito que se apresta a la guerra y la guerra es la continuación de la política por otros medios.
Los partidos son instrumentos para la toma del Poder, no pueden ser una banda de amiguetes que se reparten cargos y prebendas.
Un dato revelador: la desaparición de Podemos en Galicia ha dado paso a la recuperación del BNG.
@ordosgonzalo
gonzalo alvarez-lago garcia-teixeiro