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Una pintura que cambia de color con el calor, la luz o incluso bajo presión. Son los pigmentos inteligentes que nos harán cambiar la perspectiva sobre la pintura
La empresa francesa Olikrom de Burdeos, desarrolló un pigmento que cambia de color cuando se expone a diferentes temperaturas, luz, o bajo presión.
Olikrom, el “camaleón” que revoluciona la industria. (Foto: Twitter @FrenchTechBx)
Los creadores patentaron el proceso, que es el fruto de muchos meses de pruebas de laboratorio. Ya hay varias empresas interesadas: la industria aeronáutica, los fabricantes de automóviles, y los productores de electrodomésticos.
Las aplicaciones son muy variadas, según el fundador y director de Olikrom, Jean François Letard, director de Investigación del Instituto de Química de la Materia Condensada de Bordeaux, ha recibido docenas de pedidos para diferentes proyectos.
En la aeronáutica, la nueva pintura permitirá a los equipos de mantenimiento efectuar una inspección más precisa de los aviones, que destaquen problemas potenciales que puedan pasar desapercibidos.
La pintura puede indicar si una pieza del avión se daña durante el transporte, o por el impacto con un pájaro o el granizo, o con algún objeto de la pista que dañe la estructura del avión.
Los pigmentos pueden calibrarse para cambiar de color y reaccionar a diferentes niveles de luz o presión.
La compañía está colaborando con el fabricante europeo de aviones Airbus, pero los pigmentos tienen el potencial de ser utilizados en muchas industrias.