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La petrolera estatal brasileña Petrobras ha elevado este jueves los precios mayoristas de la gasolina y del diésel por primera vez en más de 11 meses, en una medida que podría impulsar las finanzas de la endeudada compañía.
La petrolera estatal brasileña Petrobras ha elevado este jueves los precios mayoristas de la gasolina y del diésel por primera vez en más de 11 meses, en una medida que podría impulsar las finanzas de la endeudada compañía.
El coste de la gasolina a las puertas de refinería subirán un tres por ciento y del diésel en cinco por ciento a partir de las 2.00 horas (hora local) del viernes, según ha informado Petrobras en un comunicado al regulador. Los incrementos son antes de impuestos y las cifras reflejan el promedio de aumentos en el país.
"No creo que este aumento vaya a impresionar mucho al mercado, al menos por mucho tiempo", ha dicho Tony Volpon, estratega de América Latina en Nomura Securities en Nueva York. "Después de lo que el Gobierno ha hecho con las cuentas de Petrobras, se esperaba más", ha agregado.
El mercado esperaba un incremento de al menos un cinco por ciento para la gasolina, ha agregado el experto.
La división de refino de Petrobras ha perdido más de 59.000 millones de reales (24.000 millones de dólares) desde finales del 2010, principalmente debido a que el Gobierno se había rehusado a dejar que subieran los precios de los combustibles locales en línea con los valores mundiales.
Con sus 13 refinerías domésticas sin poder cumplir con las crecientes necesidades en Brasil, la firma debe comprar combustible en el exterior, vendiendo la gasolina y el diésel importado a pérdidas a nivel local.
Las pérdidas en refinería han complicado los esfuerzos de la compañía para pagar por los 221.000 millones de dólares de su plan de inversión de cinco años, lo que ha hecho que su deuda suba.
Petrobras es ahora la más endeudada de las principales compañías de petróleo del mundo y su pasivo de 138.000 millones de dólares es el cuarto mayor de cualquier compañía industrial, según datos de Thomson Reuters.
El Gobierno ha justificado su resistencia a incrementar los precios de los combustibles diciendo que alimentarían la inflación. Los precios al consumidor en Brasil subieron a un 6, 75 por ciento en octubre frente al mismo mes del año pasado, por sobre el techo de la meta oficial de 6, 5 por ciento.
