Desalojado Rajoy de la Mocloa, ante los extravíos del nuevo Ejecutivo socialista y la paradoja de sus planteamientos; Podemos debe cancelar el prosélito apoyo que sigue prestando al Presidente de Gobierno para ejercer el papel de oposición en coherencia con sus postulados
En los últimos 35 años, sin interrupción, el país estuvo regido en alternancia por el bipartidismo, y después de prosperar la reciente Moción de Censura la tutela del Ejecutivo sigue idéntica tónica, sin que tal sucesión política sea algo casual, pues desde el primer momento esa permuta mas allá de un avatar es una estrategia construida de antemano por el establishment que conforman las corporaciones (mediáticas, económicas, judiciales, religiosas, y otras más.) que desde el año 83 apostaron por no jugar el destino de sus intereses a un solo sector político, estableciendo al efecto opciones de recambio. que mas allá de la mudanza imprevista les permitieran asegurar la concreción de sus finalidades.
Para ello como grupo organizado que son, utilizan el poder económico del que hacen gala, para influir sobre esos partidos políticos de corte neoliberal y los medios de comunicación de su pertenencia, y así, de manera coordinada, empleando al efecto los sofisticados instrumentos de control y dominio de masas que poseen, influir sibilinamente sobre la sociedad para anular toda reacción contestataria, y libres de oposición evitar la amenaza de transformaciones que puedan alterar la continuidad del pleno dominio que ostentan.
Tener la situación controlada es la clave de estos poderes fácticos, pues su éxito estriba en impedir que el país pueda sustraerse de su dominio, por lo que no reparan en utilizar todos los medios a su alcance para abortar cualquier amago de éxito de opciones políticas opuestas al credo neoliberal, y mucho menos permitir mutaciones de signo contrario en organizaciones como el PSOE que después de abandonar sus postulados socialdemócratas y aún preservando el nombre y simbología de izquierdas, fue pieza clave en la consolidación del sistema bipartidista y por añadidura en el sostenimiento de la doctrina neoliberal.
Tanto el PSOE como el PP llevan cuatro décadas distribuyéndose las rentas del poder que han desempeñado y que mantuvieron bajo las órdenes del poder económico, no pudiendo entenderse por ello, que ahora de súbito los eterno rehenes del neoliberalismo actuando por su cuenta se enzarcen en una guerra sin cuartel sin que las élites que componen el establishment, tuviese intervención en los prolegómenos de la Moción de Censura y en el desenlace final de la misma.
Por tanto más allá de lo que interesadamente se intente ocultar, lo cierto es que Sánchez sí fue autorizado por los rectores del establishment a remplazar a un Rajoy amortizado por los graves efectos de una exorbitante corrupción y el factor añadido de la demoledora sentencia judicial del caso Gürtel, que además de sepultar las expectativas de futuro del gobierno del PP, el impacto social de su repercusión amenazaba incluso la pervivencia del propio ideario neoliberalismo como sistema, poniendo en serio riesgo las prevalencias de esta élite y mismo la continuidad del régimen del 78.
Si sumarse al derrocamiento de Rajoy fue un acierto, apoyar a Sánchez sin condiciones es un completo error
Es por eso que Unidos Podemos, Compromís, PNV, Bildu, ERC y PdeCAt, que con sus votos facilitaron el relevo en el Gobierno, mas allá de albergar en compensación expectativas de cambios sustanciales en el hacer del nuevo Ejecutivo, debieran saber que al margen de modificaciones puntuales en aspectos de índole social y territorial, en lo trascendente, se seguirá exactamente la misma política económica que la hasta ahora aplicada por sus predecesores, y de igual modo, se asumirán los dictados emitidos desde Bruselas y la Troika, en expreso cumplimiento del interés objetivo de la oligarquía y estricta observancia de las políticas neoliberales de las que el PSOE fue y sigue siendo parte implícita.
Si desde el pragmatismo sumarse a la aritmética parlamentaria de la Moción de Censura contra Rajoy fue un ejercicio de madurez y responsabilidad política, menos justificación tiene mantener un perfil conciliador con el Presidente entrante después de que este desechara la constitución de un Gobierno de amplia mayoría y optara en su defecto por la formación de un Ejecutivo monocolor participado por miembros de su partido e independientes de imposición, por representar tal decisión un cambio de rumbo en el itinerario previsto que no solo impidió consumar un acuerdo de coalición progresistas sino erradicar de la escena política la primacía de credo neoliberal que benefician al capital financiero y las multinacionales globalizadas.
Referente expresivo y sintomático de ese neoliberalismo "progre" fue el nombramiento de Nadia Calviño como súper ministra de Economía, quien hasta ahora desempeñaba la función de directora general de Presupuestos de la Unión Europea, o lo que es lo mismo, la responsable del cumplimiento del “déficit 0” y las políticas de recortes de Bruselas.
Una abogada y economista de perfil técnico socio liberal, bien acogida por los principales sectores económicos españoles y con simpatías incluso en el entorno del PP y Ciudadanos, referencias sobradas para afirmar en cierne que el neoliberalismo marcará la trayectoria económica de nuevo Ejecutivo.
De ahí que salvo en puntuales excepciones de índole menor y diferencias de talante, nada hace pensar que en materia económica las políticas diseñadas por el nuevo Gobierno difieran en los substancial de las aplicadas por sus precursores.
Eso ha de ser así, porqué también los muy patriotas además de entonar su himno deben lavar la bandera 05/07/2013
Un demócrata que se precie, ha de escapar de ceremonias de confusión y asumir en consecuencia que toda acción reivindicativa contra quien haya usurpado el poder político a través del fraude electoral, goza de plena autenticidad democrática 05/04/2013
Para salir del laberinto, es necesario preguntarse . ¿De donde provino el dinero que alimentaba la supuesta caja B que administraba el tesorero del PP?. Despejar esta incógnita ha de ser el factor esencial para llegar al fondo del asunto 25/01/2013
Al parecer mentir ya no importa y aún resultando intolerable, ese apego casi sistemático al embuste prima sobre cualquier código de conducta 27/04/2013
Todo dirigente que se precie, debe estar refrendado por la entereza y amparado en prácticas de responsabilidad; de tal modo, que sus actos sean un reflejo de integridad 13/04/2013