Hipótesis sobre la Pandemia

Desde principios de Enero de este año, se han generado diversas matrices sobre el origen del COVID-19. Desde los platos exóticos propios de la gastronomía oriental a base murciélagos, ratones y perros; hasta la creación de un virus de laboratorio. Para un ciudadano global, esto aún sigue siendo un misterio, que en cualquier momento de la historia contemporánea será develado. Mientras tanto; los diversos factores de poder juegan sus fichas en el tablero de la geopolítica.

La hipótesis generada desde Occidente, cuyos autores intelectuales están apoltronados en el Pentágono, en la reserva federal, en el departamento de estado y en el salón oval de la casa blanca, quienes diseñaron una guerra de baja intensidad con la intención de propagar el virus en la ciudad de Wuhan capital de la provincia Hubei en China, lugar, dónde está El Instituto de Virología de Wuhan - laboratorio de investigación bacteriológica, bajo la excusa que científicos chinos manipularon por error los protocolos de seguridad sanitaria y dejaron escapar el virus; en el contexto de la celebración del año nuevo Chino, generando terror en la psiquis de sus connacionales y paralizando de ipso facto los desplazamientos internos y la afectación de todos los sectores productivos de su pujante economía; con el propósito de colocarle el freno de mano, a la maquinaria industrial china -ruta de la seda-, para que ésta no avasalle su poder económico mundial, en un escenario preelectoral en los Estados Unidos de Norteamérica.

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Mientras tanto, en paralelo, el sector farmacéutico de biotecnología estadounidense, pionero en este tipo de tratamientos, anunció el pasado 24 de febrero, a través de su portador en Massachusetts “Moderna Inc”, el desarrollo del primer lote de una vacuna experimental para tratar el coronavirus (COVID-19). Dicha vacuna ya fue nombrada ARNm-1273 y fue entregada al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) en Bethesda, Maryland. De acuerdo a la hoja de ruta establecida por el NIAID, será en los meses de Julio o Agosto que estarán listos los primeros resultados realizados con humanos; sirviendo esto, para que el capitán América representado en el inquilino de la Casa Blanca Mr. President Donald Trump, exponga con bombos y platillos la cura al COVID-19 y en los próximos dos meses siguientes –septiembre y octubre- (en plena campaña electoral) sirva ésta de trampolín; para ganar los votos necesarios y repetir un segundo mandato a partir del próximo 03 de noviembre.

Esta hipótesis, también concuerda con la política migratoria que el ejecutivo estadounidense viene implementando en los últimos años, de “limpiar la Unión Americana”, de inmigrantes, a través del COVID-19. Según los últimos datos publicados por la ONU en diciembre de 2019, Estados Unidos tiene aproximadamente 50.661.149 millones de inmigrantes, lo que supone un 15, 48% de la población de ese país. La inmigración femenina es superior a la masculina, con 26.172.767 mujeres, lo que supone el 51.66% del total de inmigrantes, frente a los 24.488.382 de inmigrantes varones, que son el 48.33%.

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