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Marco Enríquez Ominami, actual diputado por el Distrito 10 del Partido Socialista (PS) y candidato a las elecciones presidenciales de Chile, es considerado por la prensa y la opinión pública del país vecino como "el político que lidera el progresismo"
Marco Enríquez Ominami, actual diputado por el Distrito 10 del Partido Socialista (PS) y candidato a las elecciones presidenciales de Chile, es considerado por la prensa y la opinión pública del país vecino como "el político que lidera el progresismo".
Estuvo ayer de visita en Mendoza, invitado por el Gobierno provincial, y fue recibido para dar una disertación sobre sus bases políticas en el Aula Magna de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Cuyo.
Acompañado por sus compatriotas, el encuentro contó con la presencia del rector de la Universidad Nacional de Cuyo, Ing. Arturo Somoza, el Coordinador de la Unidad Presidenta de la Presidencia de la Nación, Alfredo Folonier y del secretario de Medio Ambiente, Guillermo Carmona.
Con cierta fuerza y elocuencia, en la disertación ante unas cien personas, Marco Ominami, quien tiene tiene apoyo del Partido Humanista, el Ecologista y el Movimiento Amplio Social, señaló que "la reforma política debe ser el centro de la izquierda del siglo XXI".
En este sentido, este candidato de sólo 36 años, confiesa que "continuará el proceso social irreversible que inició Michelle Bachelet", figura a la que admira, mientras aseguró que "dicha reforma es la gran deuda de la actual presidenta reconocida por ella en su discurso del 21 de mayo".
El candidato independiente y de extracción socialista dijo que admira a Bachelet y prometió una reforma política
Según Ominami, quien se presenta bajo el formato de candidato independiente ya que la Concertación le negó la posibilidad de ir a una elección primaria con su actual contrincante y ex presidente Eduardo Frei, tiene "una profunda vocación de integración latinoamericana, con especial atención en los países de Bolivia, Perú y Argentina", pero reconoció que "lo que es bueno para Estados Unidos puede no serlo para Chile, por lo que "no acepta las bases norteamericanas en Chile" o en ninguna zona de la región.
Cerca del pensamiento de integrar a las minorías ciudadanas, explicó que en su propuesta política trata la legalización del aborto, el matrimonio homosexual, la reforma educacional y política, además, de profundizar todos aquellos programas de Bachelet que se concentraron en dar igualdad de derechos y oportunidades a las personas con más necesidades.
Su programa se fundamenta en la reforma política, con la idea de dejar "la actual estructura política borbónica" por otra con un presidencialismo más moderado con un primer ministro. Proyecta construir un federalismo atenuado al "estilo francés, no argentino" - según dijo- y reformar la ley de los partidos y la electoral que permita a los chilenos que habitan en el exterior poder emitir su voto. En Mendoza hay alrededor de 40 mil y en Argentina, más de 100 mil.
Además pretende realizar una profunda reforma educativa para garantizar "la educación de calidad, pública y gratuita" como también reformar el sistema tributario, en el que "los que más tienen más paguen".
Es hijo del histórico líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el médico Miguel Enríquez, quien murió durante el Régimen Militar de Augusto Pinochet y nieto del último Ministro de Educación de Salvador Allende, Edgardo Enríquez Frödden, de quién contó algunas anécdotas que le tocó vivir a su abuelo en aquel trágico 11 de setiembre de 1973 en la Casa de la Moneda.
Actualmente, está casado y tiene una hija con la periodista y animadora de Televisión Nacional de Chile, Karen Doggenweiler. Además, este joven político es licenciado en Filosofía y cineasta.