¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Nicotina escriba una noticia?
Una rica hamburguesa, un par de completos, dos horas en el escritorio mirando el computador, luego nos vamos a la cama y vemos televisión.
Esta es la rutina de muchas personas en nuestro país y lo que es peor, en todo el mundo y es que el sedentarismo y las comidas rápidas están afectando algo más que nuestros estómagos.
Los peligros de una dieta de comida rápida no son menores, ataques al corazón, problemas de hipertensión, obesidad mórbida, problemas para el desplazamiento, depresiones, etc.
En Chile el problema no es algo que este lejos, claro que no tenemos los índices de obesidad de Estados Unidos pero no son menores.
¿Quién puede decir no a esas hamburguesas, repletas de queso, mayo, tomate, etc.? ¡Nadie! Entonces qué podemos hacer, negar esa comida que pareciera que sale del Olimpo, que puedes sentir como te besa, esa que mientras comes no sabes cuanta grasa queda en tu cuerpo, esa misma. La droga de las sociedades, lo tiene todo; rápida, fácil, sabrosa, barata.
Este es un problema grave, pero me niego a resistir de estos pecados, amo tanto al tabaco como a la hamburguesa ¼ de libra del McDonald. Muchas son las personas que sufren por la obesidad, pero la culpa no es de las empresas, es de las personas, padres y madres que rodean a esos niños. Este tipo de problemas se solucionan enseñando como comer, qué comer, cuando comer, solo así podremos sacar esta nueva generación de hombres obesos.
Ahora, por otra parte, este problema es algo que nosotros creamos, esta bestia que come y consume a más personas alrededor de nuestro mundo, es nuestro pequeño hijo, la globalización, las comunicaciones ¿no querían rapidez? ¿No querían acortar las distancias? ahí está, es todo suyo, ahora le pones kétchup, un poco de mayonesa, un poco de sal y te lo engulles, luego una papita, bien salada. No olvides la bebida Coca-cola de preferencia, enciende el computador y no pienses en la tabla nutricional.
Vive, disfruta, si puedes corre, pero no olvides que los males del mundo también son culpa tuya, mía, nuestra.
¿Una epidemia mundial? En un tiempo lo fueron gripes, infecciones, etc. Ahora grasas saturadas, sustancias ilícitas, etc. No podemos escapar de esta “epidemia del siglo XXI” pensemos que mañana puede caer una bomba en nuestras casas. Los kilos, ojo no en exceso, no molestan de nada, la figura esbelta sirve para la televisión, para las modelos, deportistas y esa gente loca, para todos los demás existe los patios de comida.