La Justicia reclama lo suyo también en el ámbito laboral. Conocidas son de todos las modificaciones a los respectivos cuerpos procesales que alteraron de manera sustancial los procedimientos en materias penales y de familia. La experiencia no ha sido del todo grata, cuando se observa que los nuevos procedimientos no tienen la celeridad esperada, sin embargo es innegable que estas modificaciones nos han puesto al nivel de países desarrollados en materia de justicia. Ahora corresponde el turno a los postergados trabajadores, con la creación de los nuevos tribunales orales del trabajo, que pasaron a sustituir los vetustos procedimientos escritos, lentos para impartir justicia... Estos nuevos tribunales ya funcionan en algunas regiones de nuestro país, y están prontos a entrar en vigencia en la Región Metropolitana. Algunos creemos que la justicia que tarda no es justicia, pero ella se vislumbra en mayor medida en un juicio oral, público, concentrado, transparente y ante la presencia de un juez, que en un sistema añejo, que dejaba el reconocimiento de los derechos archivado por años, en juicios poco claros...que desincentivaban a nuestros trabajadores. Ahora es el turno de las leyes sustantivas, debemos tener especial cuidado al elegir a nuestros representantes, y optar por aquellos que buscan el beneficio de los trabajadores, no por quienes nos ilusionan con ideas sobre contratación moderna que desconocen todo lo ganado en siglos por los trabajadores.

Procedimientos orales y transparentes

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