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¿En Qué Modo Funciona Tu Mente?: ¿En El De Inspección O En El De Indulgencia?

23/09/2020 07:05 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Supón que vas a tu restaurante de costumbre y cuando llegas se acabó el plato que siempre pides, el que te gusta. ¿Saber cómo elegir para quedar satisfecho y sin arrepentimientos futuros? Aquí te enteras

Supón que vas a tu restaurante de costumbre y cuando llegas se acabó el plato que siempre pides, el que te gusta, el que has estado deseando desde que decidiste salir a comer.

Desde luego que estás en un dilema porque tienes que elegir.

O supón que terminas una relación y te encuentras con que no quieres correr el riesgo de tener que elegir a alguien que te haga pasar por los mismos problemas que tuviste con tu relación anterior.

También estás ante la disyuntiva de elegir.

Es en estos momentos en los que se revela cómo es que funciona tu mente frente a las elecciones.

El conocer esto es de gran importancia porque te ayuda a elegir de tal manera que quedes satisfecho, feliz y sin arrepentimientos futuros.

¿Quieres enterarte?

Acompáñame es la lectura.

Dicen los entendidos en la materia que si pudieras sumar todos los momentos en los que tienes que elegir:

  • me visto, no me visto;
  • salgo, no salgo;
  • hablo, no hablo;

Cada 20 años pierdes, literalmente, dos o tres años de nuestra vida solo en este acto de tener que elegir. De ahí la importancia de este tema.

Sobre la importancia del elegir para tu salud mental ya te había comentado en un artículo anterior y te había indicado como el solo hecho de elegir provoca ansiedad, pero en este artículo te invito a ir un poco más profundo.

Te invito a descubrir cómo es que funciona tu mente a la hora de elegir.

Debes saber que ante una elección hay mentes que tratan de examinar todas las opciones posibles. Estas mentes funcionan en modo de inspección.

Es la mente que examina cada posible opción una y otra vez tratando de encontrar la más favorable.

Sin embargo, está la mente que valora las opciones hasta que encuentra la que se adapta a sus necesidades mínimas y… fin del discurso.

Es la que se conforma con la suficientemente bueno, y opera en modo de indulgencia.

Llegado a este punto puedes que concluyas que es mejor tener una mente del tipo “inspectora” y no del tipo “indulgente” porque da la impresión que el primer tipo es más efectivo pues hace un uso más productivo de sus recursos encontrando la “mejor variante”.

Ahora bien: ¿qué han arrojado las investigaciones al respecto?

La tendencia a ser una mente inspectora está más correlacionada con la presencia de personas con altos niveles de perfeccionismo acompañados de depresión. Este tipo de personalidades presentan bajos niveles de felicidad, optimismo y bienestar.

Por el contrario, las personas cuyas mentes funcionan en modo de indulgencia tienden a ser más felices porque están más complacidas con sus elecciones y tienen menos probabilidades que se lamenten después de ellas.

Esto te puede sonar contradictorio, porque posiblemente te han educado en que es mejor tener una mente inspectora porque así cometes menos desaciertos. Quizás creas que es preferible y más razonable pensar una y mil veces antes de elegir porque así yerras menos.

Sin equivocaciones no hay aprendizaje y sin aprendizaje solo estás aprisionado en tu “zona de mínimo errores”

Más considera esto:

Cuando tu mente tiende a examinar demasiado las cosas, esto conlleva a un pensamiento rumiante constante y a la continua evaluación de las opciones, lo que a su vez produce posteriormente una mayor insatisfacción con las decisiones tomadas y a una mayor probabilidad de arrepentirte.

Y eso es tan aplicable a la elección de un plato de comida, como a la elección de las amistades, de un trabajo, o la de la pareja.

La triste verdad sobre el elegir es que las personas que pasan más tiempo y dedican más energía a obsesionarse con lo que es la elección correcta, por lo general, pueden terminar gastando mucho tiempo en ese debate interno.

De hecho, la misma presión de tratar de hacer la mejor decisión puede impedirles a estas personas decidir; y si lo hacen, terminen menos contentos con sus elecciones que las personas que simplemente buscaron la opción “suficientemente buena”.

Las mentes inspectoras pueden que no pierdan solo dos o tres años cada 20 años, puede que pierdan hasta las grandes oportunidades que constantemente les está presentando la Vida.

Además, frente a la abundancia de opciones, las mentes “inspectoras” sufren más.

¿Por qué?

Porque estamos viviendo en una época en la que tenemos disponibles muchas opciones en el ámbito de la tecnología, de las relaciones interpersonales y de las creencias y paradigmas, y mientras más opciones tengas, más conflictos y más ansiedad generas.

Es obvio que para una mente funcionando en modo de inspectora empedernida el tener que elegir hoy en día se convierte en un verdadero tormento.

Eso no quiere decir que cuando trates de elegir a tus amigos o a tu pareja, te tengas que quedar con la peor opción, pero tratar de encontrar al “mejor amigo” o a la “media naranja perfecta”; te puede acarrear mucho sufrimiento no solo a la hora de hacerla, sino también después de haberla hecho.

Para una mayor comprensión de este punto de vista te aconsejo la lectura del libro: Ser felices sin ser perfectos, de Javier Schlatter Navarro

Ten presente esto:

La vida es una aventura, es un descubrir y un descubrirse constante. El ser extremadamente “inspector” puede ser un indicador de que le tienes miedo a la Vida, de que temes el equivocarte.

Pero sin equivocaciones no hay aprendizaje y sin aprendizaje solo estás aprisionado en tu “zona de mínimo errores”.

Te cuento una historia:

Después de hacer más de 900 elecciones fallidas, al fin, Thomas Alva Edison (inventor estadounidense que patentó más de mil inventos), dio con la solución para obtener la bombilla incandescente.

Cuando le preguntaron si él no se sintió defraudado, frustrado e insatisfecho con esos más de 900 fracasos, él respondió:

- “Yo no fracasé 900 veces, yo aprendí 900 formas de no hacer la bombilla”.

Antes de terminar me gustaría hacerte una pregunta:

¿En qué modo está funcionando tu mente?

Créeme, esta es una buena pregunta para un necesario trabajo de introspección.

Por favor, déjame saber tus comentarios y experiencias.

MUCHAS GRACIAS.

 


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