¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Juan Rascón escriba una noticia?
Si recién estás iniciando en el sector comercial y planeas administrar tu propio negocio, debes tener muy en cuenta a las métricas financieras, ya que llevar un control y monitoreo de estas puede ser un factor clave para que tu negocio alcance el éxito
Uno de los graves errores que cometen las empresas y que termina siendo el causante de su caída en el mercado es no tener visibilidad de sus métricas financieras, lo que los lleva a tomar decisiones basándose únicamente en la intuición, sin contar con información o datos reales sobre la organización.
No todo se trata de enfocar los esfuerzos de una compañía en ofrecer productos de calidad, con formas de pago accesibles y confiables como los TPV físicos o los pagos digitales o garantizar un servicio impecable, sino también de conocer a fondo y evaluar las finanzas del negocio.
Algunos empresarios por falta de conocimiento, experiencia o asesoría, acostumbran a manejar sus negocios sin establecer una estrategia de marketing efectiva, ni mucho menos llevar un control sobre los números de la empresa, sino hasta llegar a final de año para recién allí descubrir cuáles son sus resultados finales, sin tener KPIs definidos.
Si recién estás iniciando en el sector comercial y planeas administrar tu propio negocio, debes tener muy en cuenta a las métricas financieras, ya que llevar un control y monitoreo de estas puede ser un factor clave para que tu negocio alcance el éxito. En este apartado te explicaremos brevemente en qué consisten este tipo de métricas y cuáles debes darle seguimiento en tu emprendimiento para impulsarlo.
¿Qué es una métrica financiera?
La palabra métrica como tal, hace referencia a la medición. Las métricas muestran las características específicas de conjuntos de datos como, por ejemplo, los datos de desempeño de software, datos de satisfacción del cliente o en este caso, datos financieros.
Las métricas financieras son indicadores de evaluación cuantitativa que arrojan información sobre el valor real y la rentabilidad de una empresa, y sirven principalmente como puntos de referencia para saber si la dirección que están tomando sus operaciones es la correcta, además de estimar el costo que supondría llevarlas a cabo.
Si bien, el término métrica financiera es común en el sector empresarial y financiero y muchas compañías, incluidas aquellas que no se dedican a temas de finanzas o contabilidad, tienen una pequeña noción sobre su concepto, la gran mayoría no logra identificar comprender del todo las fortalezas y debilidades únicas que poseen estas métricas.
Cada métrica financiera es capaz de transmitir un mensaje único sobre un conjunto de datos económicos, siendo una especie de estadística descriptiva.
4 métricas financieras que debes de monitorear en tu negocio
Ahora que ya sabes en qué consisten las métricas financieras, es momento de conocer cuáles son las más importantes e imprescindibles que debes darle seguimiento en tu empresa:
Retorno de la Inversión (ROI)
El ROI o retorno de inversión, es una métrica que se encarga de calcular y medir la capacidad que tiene tu empresa para generar ingresos por cada unidad de capital accionario, partiendo de la siguiente fórmula:
ROI = [(Ingresos – Inversión) ÷ Inversión] x 100
Un retorno de inversión elevado demuestra que estás utilizando tus inversiones para hacer crecer tu negocio.
Pérdidas y ganancias
Muestra los ingresos de la empresa, el costo de cada venta y los gastos totales generados. Esta métrica financiera sirve como una herramienta para calcular fácilmente la ganancia neta de la empresa, permitiendo determinar si dichas ganancias son consistentes mes a mes.
Flujo de efectivo
Como su nombre lo indica, es una métrica que ayuda a evaluar el flujo de efectivo, lo que incluye aspectos como el período de recuperación, el valor actual neto (VAN), el punto de equilibrio, el rendimiento sobre la inversión (ROI), la tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) y la tasa interna de retorno (TIR).
Ratio de liquidez
Esta métrica toma en cuenta los activos corrientes, como las cuentas por cobrar y sus pasivos corrientes, lo que incluye las cuentas por pagar, para así ayudarte a comprender la solvencia de tu empresa. En términos generales, podríamos decir que es preferible una relación entre 1, 5 y 3, ya que indica un buen rendimiento financiero.