Acostumbrado a liquidar las defensas rivales, el delantero argentino Lionel Messi deberá aprender a defenderse a partir del martes, cuando será juzgado junto a su padre por un presunto fraude de 4, 16 millones de euros al Tesoro español.

Después de ganar la Liga y la Copa del Rey con el FC Barcelona, el quíntuple ganador del Balón de Oro se enfrentará a este escándalo extradeportivo que lo persigue desde junio de 2013. Después volverá a unirse a sus compañeros de selección para disputar la Copa América Centenario en Estados Unidos.

El juicio se desarrollará en la Audiencia de Barcelona entre el 31 de mayo y el 2 de junio, a pocos días del primer partido de la albiceleste, el 7 de junio contra Chile.

El jugador declarará ante el tribunal como el resto de acusados, entre ellos su padre, el 2 de junio, pero al reclamarse una pena inferior a dos años para él, no tiene obligación de asistir al resto del juicio, por lo que es posible que solo vaya ese día.

El delantero y su padre, Jorge Horacio, están acusados de haber organizado una red de empresas pantalla en Belice y Uruguay, considerados paraísos fiscales en esa época, para esconder ingresos derivados de los derechos de imagen del futbolista entre 2007 y 2009.

En total, se les acusa de tres delitos de fraude fiscal por un monto de 4, 16 millones de euros (unos 4, 6 millones de dólares). El abogado del Estado, representante de los intereses de la Hacienda pública, reclama para ellos 22 meses y medio de prisión y una multa equivalente a la cuantía defraudada.

- "De la plata se ocupa mi papá" -

La estrategia de defensa de los Messi pasa por desvincular al astro de la gestión económica de su fortuna y cargar toda la responsabilidad en el padre.

"De la plata se ocupa mi papá", declaró el goleador argentino en septiembre de 2013 cuando tuvo que declarar ante el juez instructor del caso en Gavà, el municipio al sur de Barcelona donde reside.

"No tiene nada que ver (con estos asuntos), sólo juega al fútbol", había asegurado también su padre Jorge Horacio, que en un primer momento había responsabilizado a un anterior socio, Rodolfo Schinocca.

Este argumento ya sirvió para convencer a la fiscal, que pidió inútilmente el archivo de la causa contra Leo Messi alegando que él se limitó a seguir las indicaciones de su padre, "en quien confiaba plena y ciegamente".

Sin embargo, esta versión, rechazada por el juez instructor y el abogado del Estado, puede quedar en entredicho tras la aparición de los Messi en la investigación de los Papeles de Panamá.

Según el diario digital El Confidencial, partícipe de la investigación en España, Messi y su padre constituyeron una sociedad en Panamá en junio de 2013, justo después de la primera denuncia en España, a través de la que "habrían seguido facturando sus derechos de imagen a espaldas de la Agencia Tributaria".

La familia Messi reconoció la existencia de dicha sociedad pero, según ellos, "es una compañía totalmente inactiva, que jamás tuvo fondos ni cuentas corrientes abiertas".

- Una popularidad a prueba de escándalos -

Estos escándalos no parecen haber dañado la popularidad del futbolista, considerado por la revista Forbes uno de los cuatro deportistas más ricos del mundo con unos ingresos anuales de 64, 7 millones de dólares.

Ni la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ni el FC Barcelona, objeto también de un procedimiento judicial por el turbio fichaje del brasileño Neymar, dudaron en ningún momento de la inocencia del jugador.

Los dirigentes del club catalán incluso llegaron a insinuar la existencia de una conspiración para dañar la imagen del futbolista pieza clave de los numerosos éxitos azulgrana de los últimos años.

La afición tampoco le retiró su apoyo y sigue coreando con fuerza su nombre en cada partido en el Camp Nou.