El escritor marplatense acaba de lanzar su nuevo libro, "MEDITACIÓN ÓNTICA La liberación consiste en “Ser” en verdad Uno Mismo: Abandonar toda falsa creencia focalizando la mente en el instante presente, es el medio para obtener “autoconciencia".

-¿De qué trata el libro?

-Roberto Guillermo Gomes:No existe Verdad más elevada que la unidad entre el alma y Dios, entre el propio Ser y lo Absoluto. Comprender esto y asumirlo totalmente, es la liberación de toda creencia en el fenómeno, de toda dualidad, de toda cadena causal, poner fin a todas las tendencias subyacentes del subconsciente, el fin de la rueda de nacimientos y muertes.

Pensar constantemente "Yo Soy Él", es el método eficaz para alcanzar a desarrollar el estado de Conciencia Pura. Primero se lo experimenta, se lo conoce y luego se lo manifiesta en diversos grados. Bajo todos los aspectos, unirse a Dios, es Ser Dios; porque sólo Dios es real, sólo Dios existe, más allá del tiempo, espacio y causalidad.

Lo que somos en esencia es Existencia Pura, el mismo e idéntico sustrato de la Divinidad, de lo Absoluto, que por propia naturaleza es Único. Y como existimos, no podemos negar el hecho de nuestra existencia, no podemos ser otro que lo Absoluto, el Ser infinito, el Sí Mismo (Yo real).

No hay infierno ni Cielo reales, al igual que el mundo, son sólo ilusiones. La realidad es Única y es lo que somos. No necesitamos nada. Ya somos todo. Lo contenemos todo...

La práctica que conduce a la realización del propio Ser eterno, consiste en repetir constantemente: "Yo no soy el cuerpo, yo no soy la mente, yo soy lo Absoluto, yo soy Todo".

Debe insistirse, hasta que devenga en el estado mental natural, hasta que brote desde el fondo de la conciencia el estado del Ser real, Uno sin segundo. Esto debe ir acompañado por autoindagación constante, diferenciando entre lo que es real e irreal, descartando lo irreal, dentro de un proceso mental continuo, purificando así la mente y produciendo una identificación con lo Absoluto residual.

Este estado es inefable e inmortal, lo trasciende todo, en él no hay ninguna diferenciación, es innato y surge sin esfuerzo, más allá de éste no hay nada más. Es paz ilimitada, beatitud suprema, sabiduría total, omnipresencia.

Por mérito de la intensa búsqueda y de la práctica constante se diluye la individualidad en la Esencia de Existencia Eterna, en la Realidad Impersonal, que subyace a todo. Es entonces cuando se advierte que Dios y uno mismo "Somos Uno". Dentro del plano relativo la Verdad es que "Todo es Dios" y dentro de la Verdad del plano Absoluto "Sólo Dios Es, y no hay nada más".

Sólo Dios en Sí mismo tiene autoexistencia, por su poder misterioso, el universo se ha manifestado, pero Dios está presente siempre en el efecto, y el universo también está contenido en Dios. Pero en términos absolutos sólo Dios existe. Todo lo demás es transitorio y limitado.

En realidad sólo Dios está presente eternamente y nunca se ha presentado cosa alguna objetiva, no existe creación alguna. Lo que pensamos que existe como realidad relativa sólo es una proyección dentro de la Mente Divina de Dios.

Lo Absoluto es sin forma, impartible, ilimitado y homogéneo, no admite división alguna, nada exterior ni nada interior a Sí mismo. Siempre Es como Es siempre.

¿Existe un no-Sí mismo? Existe en el Sí mismo cuando éste se ha olvidado de Sí mismo. Este no-Sí mismo, en esencia no es más sino Él mismo.

Uno que conoce al Ser real se inclina sólo ante el Sí mismo y ante nadie más. Reconoce a Dios Único en su propio Ser y se postra y lo adora ante su constante presencia revelada. Él dice "en mí giran millones de universos, conozco a todos los seres y me inclinó ante Él, que mora en mí y ante nadie más. Permanezco inmutable, mientras infinitos universos bajo forma de conceptos rotan dentro de mí".

Al afirmarse sobre lo Absoluto que es Dios, uno comprende que no hay realización alguna, porque nunca uno mismo ha dejado de Ser por instante alguno en Dios mismo. Tampoco existe algo como el Conocimiento, el Sí mismo, lo Absoluto.

No se trata de la negación de Dios, sino de los conceptos que le atañen. Lo Absoluto, Dios, nunca ha sido, es ni será un objeto de pensamiento. En realidad es la completa liberación de todo pensamiento. Es el Espíritu Único donde se percibe y experimenta a Dios como Es verdaderamente.

Realizar a Dios consiste en aquel estado en que la Conciencia se conoce a sí misma, por sí misma y en sí misma. Por medio de ningún pensamiento puede ser revelada la naturaleza de lo Absoluto.

Todo pensamiento acerca del Sí mismo, no es el Sí mismo, se encuentra por dentro de la esfera de la Dualidad. Todavía uno no ha llegado a trascender las limitaciones de su propio ego y la individualidad persiste y no se ha marchado.

Percibir al Ser, es Ser…

Trascender toda idea y concepto sobre el Sí mismo, permite experimentar al Sí mismo directamente. Esta percepción es continua y eterna, se prolonga de instante en instante. Se trata de un estado no conceptual.

Abandonar toda idea de liberación es eliminar simultáneamente todas las ideas de ignorancia. Al abandonar la idea de "no dualidad" desaparece también todo dualismo y al abandonar el pensamiento sobre lo Absoluto se comprende que todo lo que no es lo Absoluto es totalmente irreal.

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