Sin embargo,  las aves también necesitan realizar actividad física y muchas veces lo ignoramos. Un ave sedentaria se encuentra en riesgo de una multitud de problemas de salud como la obesidad, enfermedad cardíaca e incluso diabetes. Las aves silvestres que se encuentran en su hábitat natural vuelan sin límites y realizan el suficiente ejercicio físico que su cuerpo necesita. En cambio, los pájaros que se mantienen en cautiverio disminuyen este tipo de actividad al encontrarse en un espacio más reducido. En este sentido,  la jaula que vayamos a elegir para tener un ave como mascota, debería ser lo más grande y amplia posible para permitirle un buen desplazamiento.

Una vez que tenemos la jaula indicada, establecemos una rutina de ejercicios para el ave. Si bien el ejercicio diario es lo más conveniente, con dos veces en la semana bastará para mantener a un pájaro saludable. A media mañana o a la tarde suelen ser los horarios más convenientes para realizar estas sesiones de actividad física. Evitaremos los momentos en que el ave tiene hambre o cuando ha acabado de comer su ración de alimentos.

Entonces animamos a nuestra ave a volar. La colocamos sobre un soporte o en la parte superior de la jaula y le mostramos una golosina saludable en la parte inferior para que vuele hacia ella. Repetimos esta rutina varias veces. Animamos al pájaro a batir sus alas y lo felicitamos cada vez que lo hace. Una buena recompensa puede ser una uva. Con paciencia y dedicación podemos lograr una interesante rutina de ejercicios.