La política y el comercio se rigen por reglas para poder alcanzar los objetivos previamente consensuados; es así que en la política las reglas no condicionan sus fines ya que de una o de otra manera la actividad política llevara a cabo sus propósitos y al haber alteraciones no deseadas la misma política será quien ponga orden al desorden creado por la política misma.

Pero las reglas si condicionan al comercio, ya que éste no solo es ejercido en un espacio cerrado sino que su visión alcanza los cuatro puntos cardinales; y esas reglas al haber sido creadas exigen ser aplicadas de buena fe por exigencias de las necesidades y los hechos del mundo cambiante.

El Salvador observara y en un porcentaje participara de ese desarrollo; pero no podrá soportar la carga progresiva que se avecina

El Salvador reconocido como Estado se le han presentado las reglas a seguir en un mundo calificado como globalizado. Estas reglas han sido creadas sin el consentimiento de Estados como El Salvador, lo que hace que la buena fe sea una palabra vacía. Nuestro país admitirá los cambios mundiales por venir; pero no podrá ser parte esencial de esos cambios mundiales ya que solo se permitirá participar a los Estados que formaron parte en la creación original de las reglas del juego mundial. 

Las primeras ideas presentadas al inicio de este nuevo siglo serán para las próximas décadas del siglo 21 lo que dará los mas ingentes cambios mundiales jamás vistos, y dichos cambios sólo serán absorbidos por aquellos Estados preparados para el más exitoso desarrollo de la humanidad. El Salvador observará y en un porcentaje participara de ese desarrollo; pero no podrá soportar la carga progresiva que se avecina.

La reglas del juego solo necesitan del sentido común para ser adquiridas y para dejarles ser eficaces.