La neumonía es una infección pulmonar común causada por bacterias y virus que están presentes en el aire que respiramos. El sistema inmune por lo general lucha contra estos invasores, impidiendo que infecten los pulmones, pero hay ocasiones en que los gérmenes pueden dominar el sistema inmunológico.

La neumonía ha sido conocida a lo largo de la historia humana. Hippocrates y Maimonides reconocieron la neumonía en la historia temprana de la medicina. Hoy en día la neumonía puede ser tratada eficazmente con medicamentos, pero las complicaciones pueden presentar serios problemas para las personas vulnerables. Grupos de alto riesgo son los bebés, los niños, los ancianos y aquellos que son inmunes deteriorada.

La neumonía y sus síntomas pueden variar de leve a grave. Una de las complicaciones más graves es el derrame pleural, que es la acumulación de líquido en el espacio delgado entre las capas de tejido que recubren los pulmones y la cavidad torácica. Cuando esta acumulación de líquido se infecta, es posible que tenga que drenarla a través de un tubo torácico o quirúrgicamente.

Otra complicación involucra a las bacterias que entran al torrente sanguíneo desde los pulmones. Cuando esto ocurre, la infección puede propagarse a otros órganos, causando potencialmente fallo orgánico. Con un absceso pulmonar, el pus se forma en una cavidad pulmonar. El absceso generalmente se trata con antibióticos. A veces la cirugía o el drenaje con una aguja larga o tubo colocado en el absceso se necesita para eliminar el pus.

Cuando la neumonía es grave o una persona tiene enfermedades pulmonares crónicas subyacentes, el individuo a menudo desarrolla dificultades respiratorias. Esto es cuando un ventilador se hace necesario para ayudar al paciente a respirar mientras que el pulmón infectado cura.

En circunstancias normales, sólo debe entrar aire en las vías respiratorias. La neumonía por aspiración ocurre cuando una persona inhala comida, bebida, vómito o saliva en los pulmones. Es más probable que suceda si algo está impidiendo el reflujo normal de la mordaza. Puede ocurrir como resultado de una lesión cerebral, accidente cerebrovascular, parálisis cerebral, un problema de deglución o el uso excesivo de alcohol o drogas. Algunas personas, como las personas con parálisis cerebral, pueden encontrar virus y bacterias en sus pulmones a través de la boca y causar repetidas incidencias de neumonía por aspiración.

La epiglotis hace que los alimentos viajen hacia el esófago y lejos de la tráquea. Si la epiglotis no se cierra de la manera que se supone, esto causa un reflejo gag, que puede dar lugar al deterioro de la epiglotis. Cuando no funciona correctamente, la neumonía por aspiración puede ocurrir porque los alimentos y las bacterias que transportan líquidos ingresan a los pulmones.

Las personas que están en riesgo de neumonía deben discutir la prevención y la vacunación con su médico de atención primaria. Las vacunas protegen contra ciertas neumonías bacterianas y virales tanto en niños como en adultos.