Nicolás Maduro, ha resultado, no ser una buena elección sucesoria de Hugo Chávez, no siempre se acierta, y en este caso el Maduro ha salido algo Inmaduro, verde… o  dicho en criollo jojoto.

El origen de su nacimiento, su infancia y su adolescencia, son una incógnita que inquieta a algunos, más preocupados por desprestigiarle, que por hacerle oposición.

Pero lo cierto es que Nicolás Maduro se lo está ganando a pulso, siguiéndoles el juego, en lugar de hacer de la política un trabajo de gente seria y responsable.

Si ya en vida del Comandante Chávez, éste se permitía cierta "guachafita",   a la hora de parodiar a los creyentes y hacerse el meapilas, que en ocasiones era una clara "mamadera de gallo", ahora acudimos a una expresión natural y sincera del espiritismo (espiritualismo), profesado por el Presidente Maduro.

Maduro, es un devoto creyente y seguidor del espiritismo, una práctica religiosa pagana, oscurantista y con mucho arraigo en Venezuela.

Maduro, que pretende hacer de Hugo Chávez un inmortal (como los espíritus), que ve en un pajarito la presencia del comandante, o que se presenta, convencido de escuchar su voz, no se inventa nada, antes al contrario se lo cree al pie de la letra.

No me imagino las carcajadas de Diosdado Cabello y compañía, cada vez que mete la pata, ni me imagino el "saperoco" que se debe formar en algunos despachos ministeriales, con cada uno de sus "deslices", pero la oposición no deja escapar ninguna de las ocasiones para ponerlo a caer de un burro.

Pero si hay alguien,   en Venezuela,  que haya utilizado a los santos en beneficio propio, ese hombre se llama José Vicente Rangel.

Ya hace más de 30 años, cuando comenzaba su andadura en MAS, José Vicente se "caracterizaba" de José Gregorio Hernández, para influir con su imagen en las campañas electorales, robándole al beato el apelativo de Manogoyo.

La comunicación con los espíritus de los muertos

La foto que acompaña a esta entrada es un montaje de producción propia, en el que se puede ver, a pesar de la clara ancianidad de José Vicente, su parecido con el beato José Gregorio Hernández.

Siempre se ha dicho, que José Vicente sueña con ser presidente de Venezuela, antes de irse a la tumba, pero lo cierto es que es el político más veterano y en activo de todo el país, que ha pasado de estar en el gobierno del socialcristiano Rafael Caldera hasta durante los últimos años de la IV República y ha sobrevivido a Hugo Chávez, prolongando su permanencia con Maduro, convirtiéndose en la momia política mejor conservada del planeta, en su día se convirtió en la sombra de Hugo Chávez.

Mejor espíritu no podía haber acompañado al comandante, José Vicente era la reencarnación de José Gregorio Hernández.

Y eso se lo debe estar creyendo firmemente Nicolás Maduro, mientras espera que el comandante se reencarne en su persona, en forma de pajarito, como la mismísima Santísima Trinidad engendró al hijo de Dios.

El beatificado José Vicente Rangel, subirá a los altares en la imagen de Manogoy, en la esperanza de que Hugo Chávez se reencarne en Nicolás Maduro a fuerza se sermones y multiplicación de los penes.

Son cosas de la santería y el espiritismo, algo alejado del materialismo y la dialéctica de Marx, pero que sirve para ir tirando cuando no se tiene otras luces.

@ordosgonzalo

gonzalo alvarez garcia