Como si fuera una teleserie de los '90, todos los seleccionados empezaron a cantar "¡vamos todos a la casa de Harold, qué buena onda, qué buena onda!".

El guaripola de Quilín mandó a encarpar la cancha de fútbol que tiene en su chalet de Peñalolén y armó la mansa cena para felicitar a los astros que llegaron al Mundial.

Chupete Suazo, Claudio Bravo, Gonzalo Jara, Rodrigo Millar, Waldo Ponce y Gary Medel fueron algunos de los que llegaron a pegar en la pera. Además, cayeron un par de paracaidistas como Cristopher Toselli y Juan Gonzalo Lorca.

El festejo íntimo de la Roja, en la carpita de Mayne-Nicholls Josue Baeza dijo

El grupo La Noche animó la fiestoca y varios pensaron que Mayne-Nicholls o Bielsa bailarían cumbia. Pero del cuerpo técnico sólo llegaron el Toto Berizzo y José Daniel Morón.

El Loro fue uno de los más prendidos. Se subió al escenario a cantar y animó a los cracks para que siguieran en la misma onda. Como sería si esa ñatita tuviera unos años menos.

"Quiero ser libre", "Lástima" y "Que nadie se entere" pegaron caleta durante una hora, donde los jugadores hasta hicieron un trencito para celebrar la clasificación. Obvio, si el grupete fue cábala durante las eliminatorias con sus pegajosas canciones.

Claro que como los vecinos tenían que llevar tempranito a los niños al colegio con nombre inglés y después gerenciar, tipín dos y media de la mañana empezaron a irse cuando se terminó el show.