La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, arribó el lunes a Cuba para cumplir una visita de apretada agenda que se inscribe en el proceso de normalización de las relaciones entre Bruselas y La Habana.

Mogherini llegó a La Habana hacia las 19H45 locales (23H45 GMT), anunció a la AFP una fuente cercana a la representación de la UE en Cuba.

Primera responsable europea de ese nivel en visitar la isla después del inicio de las negociaciones entre Cuba y la UE, Mogherini se reunirá el martes con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y con Marino Murillo, ministro de Economía encargado de las reformas emprendidas en 2008 por el presidente Raúl Castro.

Como es habitual en Cuba, ninguna reunión con Raúl Castro ha sido anunciada, pero tampoco descartada por La Habana.

Mogherini llega a Cuba poco después de la irrupción del polémico tema de los derechos humanos en las negociaciones entre la isla y la UE, que comenzaron en abril de 2014.

Su visita también se desarrolla paralelamente al histórico acercamiento entre Cuba y Estados Unidos iniciado en diciembre.

Durante la tercera ronda de conversaciones celebrada a comienzos de marzo, el negociador de la UE, Christian Leffler, reveló "diferencias de interpretación" que deberán ser superadas antes del próximo ciclo previsto para junio, y en el que los derechos humanos estarán por primera vez en el centro de las discusiones.

En su maratónica visita, la responsable europea también se reunirá el martes con el jefe de la Iglesia cubana, el cardenal Jaime Ortega, único interlocutor del regimen comunista sobre cuestiones políticas.

Esta prevista una conferencia de prensa el martes a las 19H30 locales (23H30 GMT).

Las conversaciones entre Cuba y la UE tienen por objetivo la firma de un "Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación", que serviría de marco legal a las relaciones entre la isla y los 28. Los tres componentes de las discusiones son: la cooperación, el diálogo político y las relaciones económicas.

Cuba desea que la UE abandone su "Posición Común", que desde 1996 condiciona la cooperación europea con el régimen de La Habana a avances democráticos, sobre todo en materia de derechos civiles y políticos.

Por su parte, Bruselas quisiera dialogar de manera más fluida con La Habana y pide a Cuba que firme o ratifique de una vez varios acuerdos internacionales sobre derechos humanos.