Soporífera. Ésta sería la definición de una final aburridísima entre Italia e Inglaterra, dos selecciones tradicionalmente muy defensivas que finalmente cumplieron con el guión. Un tempranero gol inicial de Shawn, en el minuto 2, hizo que los ingleses fueran dueños de la primera parte. Hubo un momento en que tenían a los italianos a su merced, pero a medida que iban pasando los minutos, Italia se iba sacudiendo el dominio y el ímpetu inicial, para poco a poco ir asediando la portería de Pickford.

En la segunda parte, las cosas cambiaron. Italia empezó a atacar con insistencia en busca del gol del empate, para acabar lográndolo en el minuto 67. Bonucci aprovechaba un mal rechace del pòrtero inglés para meter el balón en el fondo de las mallas. A partir de ahí, Italia fue el único que tuvo sus disparos, un total de 19, pero tan sólo 1 fue el que entró. El resto del partido, incluída la prórroga, fue cosa de reservar fuerzas, primero para la prórroga, y luego para la tanda de penalties, en la que Donnarumma, brilló con luz propia deteniendo los penalties a Sancho y a Saka. El tercer penalty errado de Inglaterra fue por un disparo demasiado ajustado al palo.

Italia, campeona de Europa por segunda vez en su historia

Por parte de Italia, Belloti y Jorginho también vieron como el buen portero inglés les detenía sendos penalties, pero eso no evitó que la tanda de penalties la acabaran ganando los transalpinos por un total de 3-2. Al final. Italia se aprovechaba de la poca experiencia deuna Inglaterra joven, que llegó por primera vez al último peldaño de la Eurocopa, pero que servirá como escalafón para intentar cosas más importantes en el futuro. Inglaterra tiene una gran generación de futbolistas. Enhorabuena a Italia, campeona de Europa por segunda vez en su historia.