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La importancia de estimular a los bebés

08/02/2011 18:00 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Jugar con el bebé se transforma en una actividad que resulta beneficiosa para los menores, ya que podrá desarrollar sus sentidos, su sociabilidad y su aprendizaje

Jugar con el bebé se transforma en una actividad que resulta beneficiosa para los menores, ya que podrá desarrollar sus sentidos, su sociabilidad y su aprendizaje.

La importancia de estimular a los bebés desde que nacen, contribuye a la formación de un niño seguro de si mismo, sociable y con una mayor capacidad de aprendizaje. Sólo son necesarios algunos minutos diarios para esta labor, donde serán los padres los protagonistas quienes con mucho amor, jugarán y estimularán a sus hijos.

Para todos los padres al momento de pensar en el hijo que viene en camino lo más importante es que éste sea sanito, pero ciertamente en su fuero interno ellos piensan “bonito e inteligente” ¿por qué no?

¿Qué puedo lograr estimulando a mi bebé?

Lo bonito va muy ligado a los genes de los padres, pero la inteligencia depende mucho de los estímulos que estos le entreguen a su hijo. Está comprobado que el cerebro de la guagua, en su primer año de vida, crece rápidamente y que la inteligencia infantil es una verdadera caja de sorpresas que es necesario explorar e incentivar constantemente. Es aquí donde entra a jugar un rol importante lo que se conoce como "estimulación temprana".

¿La inteligencia es genéticamente hereditaria?

Según los doctores Benjamin Spock y Michael Rothenberg en el libro "Tu Hijo", “la inteligencia, en contraste con el desarrollo motor, tiene mucho más que ver con el ambiente que con la herencia. Los bebés nacidos de padres con escasa inteligencia, pero adoptados por familias corrientes o con buen nivel intelectual, tienden a desarrollar una inteligencia como la de sus padres adoptivos”.

De acuerdo con lo anterior, la psicopedagoga y educadora de párvulos, Gloria Naranjo, sostiene que los niños aprenden a través del contacto físico, de olores y sabores. "Es decir, por medio de sus sentidos... por esto no se necesita más que aprovechar los momentos de la alimentación, del baño o el instante en que le cambiamos de ropa a la guagua, para estimularla", menciona la profesional.

Para despertar la inteligencia desde los primeros momentos del nacimiento hay que tener en cuenta que los bebés aprenden más y mejor manipulando que observando pasivamente. Según Gloria Naranjo "un recién nacido se encuentra perfectamente preparado y dispuesto para recibir estímulos. Hacerle preguntas al niño, por ejemplo, tiene la ventaja de intensificar la participación del propio niño en su proceso de desarrollo"

ESTÍMULOS DEL APRENDIZAJE

Vínculos entre los padres y el recién nacido:

El vínculo que se desarrolla entre la madre y el recién nacido es un estímulo muy importante para quien durante nueve meses estuvo dentro del vientre materno. Una vez que se produce este encuentro cara a cara se desarrolla una relación de apego y confianza que sólo es posible entre el bebé y su progenitora.

Los estímulos que durante esta etapa se generen entre ambos estarán basados en cada uno de los lazos que se vayan creando en cada momento, ya sea cuando tomas al bebé entre tus brazos, al besarlo, mecerlo, alimentarlo, hablarle, mirarlo, y al mudarlo cuando sea necesario. De cada una de estas experiencias del día a día dependerá la capacidad del niño para entablar vínculos afectivos, desarrollar seguridad en sí mismo, formar su autoestima y desarrollarse con su entorno.

La formación del vínculo entre padres y el bebé es algo que ocurre durante los primeros minutos del recién nacido, para la mayoría de los padres el apego es una consecuencia de los cuidados básicos que le entregan a sus hijos. En un comienzo no perciben el vínculo que se está formando, sólo basta una sonrisa y el sentimiento de ternura y satisfacción frente al bebé, para dar cuenta del apego que entre ambos se está generando.

VÍNCULO DE APEGO

Más allá de los cuidados mínimos que satisfacen el confort y seguridad del bebé, como la alimentación, limpieza, abrigo, entre otros, es necesario que a cada minuto se le demuestre amor y cariño por parte de quienes lo cuidan.

Es durante la alimentación cuando el lactante a través del contacto de la piel con su madre, recibe una serie de estímulos que son importantes para su desarrollo personal y afectivo. A través de este proceso percibe el olor, voz, cariño, mirada y calor de su madre, por esta razón es importante que el bebé sea amamantado, dentro de lo posible. De no ser amamantado directamente, es el proceso de la alimentación el que produce el vínculo entre madre e hijo. Estos estímulos son retribuidos con la quietud del recién nacido cada vez que su progenitora lo toma entre sus brazos.

La importancia de estimular a los bebés desde que nacen, contribuye a la formación de un niño seguro de si mismo, sociable y con una mayor capacidad de aprendizaje

El bebé nace con una serie de reflejos que le permiten interaccionar y relacionarse con su alrededor, entre ellos el reflejo de la succión, orientación hacia la luz y el sonido, y el de apretar. Gracias a éstos, se dan cinco respuestas típicas que producen un mayor apego, a través de las cuales la mamá establece una comunicación afectiva con el niño: succionar, abrazar, sonreír, la tendencia a agarrar, y tender hacia la persona que lo sostiene.

Mecer al bebé, tomarlo en brazos, tocarlo y acariciarlo frecuentemente, harán que el pequeño aprenda a distinguir las formas de relacionarse, ya sea con el padre o con su madre. Es recomendable establecer contacto piel a piel con el recién nacido, permitiendo así que se acurruque contra su piel desnuda mientras lo alimentan o mecen.

EL VÍNCULO CON PAPÁ

Es tan importante el vínculo que se desarrolla tanto con la madre, como con el padre. La mayoría de las veces el apego con la figura masculina tarda en llegar y esto sólo se debe a que ellos no establecen de manera temprana el vínculo de la lactancia (alimentación) con sus hijos.

No sólo es importante que la madre alimente al bebé, la presencia del padre en ese momento ayudará a establecer los lazos de manera más rápida que si esa tarea se deja sólo en manos de la mujer. Ambos progenitores se benefician cuando se apoyan y ayudan mutuamente en el cuidado de su hijo.

Actividades de formación del vínculo en que pueden participar ambos progenitores incluyen:

- Participar conjuntamente en el parto.

- Alimentar al bebé (sea con leche materna o artificial); un padre puede establecer un vínculo especial con el bebé levantándose a media noche para darle la mamadera y cambiarle los pañales.

- Leerle cuentos o cantarle canciones al bebé.

- Bañarse con el bebé.

- Imitar los movimientos del bebé.

- Imitar los ruiditos, balbuceos y otras vocalizaciones del bebé (sus primeros intentos de comunicarse).

- Utilizar un “canguro portabebés” que permita establecer contacto ocular con el bebé durante las actividades cotidianas.

- Dejar que el bebé toque a los padres, por ejemplo, palpando las distintas texturas de la cara de papá y mamá.

JUGANDO APRENDO

Jugar con los bebés durante los primeros años de vida es una etapa primordial dentro del aprendizaje y desarrollo de estímulos. A continuación se ofrecen algunas ideas:

El primer mes

Escondida: Aprovecha cuando vistes a tu hijo para introducirle un juego. Cuando le pongas la camiseta, tápale la carita y repite “¿dónde estás?, no está, no está...”, luego haz lo mismo metiendo su cabeza en la camiseta.

Espejito mágico: Este juguete no debe faltar dentro del espacio del bebé .Podrá estar horas observando su reflejo lleno de curiosidad. Eso le produce atracción. Siéntate con él y señala las diferentes partes del cuerpo, haz aparecer y desaparecer objetos, tápale y destápale con una manta, enséñale movimientos de manos y pies (a levantarlos, a dar palmadas).

A partir de tres meses

Alfombra voladora: Busca una manta grande o una toalla. Extiéndela en el suelo y coloca al niño sobre ella. Puedes colocarlo boca arriba y luego darle la vuelta (sobre un cojín estará más cómodo). Sin realizar movimientos bruscos, con cuidado de que no se caiga, recorre la casa arrastrando al pasajero. Le divertirá que lo balancees. Este paseo debe hacerse cantando y contando historias.

Disfrutando del agua: Aprovecha el momento del baño del niño para jugar. Procura que el agua esté a una temperatura adecuada y que no le entre en los ojos u oídos. Se trata de rociarle con el agua como si lloviese, y de estimular las diferentes partes del cuerpo con agua, haciéndole cosquillas. Este juego resulta relajante para los niños que les gusta la hora del baño.

Aprovecha este instante para mostrarle cómo algunos objetos flotan y otros no. Busca diferentes elementos grandes, que el niño pueda agarrar y que no pueda tragarse.

Fuente: Www.mundochico.cl


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Mundo Chico (114 noticias)
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Reportaje
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