Pese al repunte del precio del petróleo, y por tanto del combustible, que se comió más de 2.400 millones. La compañía atribuyó los resultados a la mejora del resto de costes, fruto de las sinergias por la fusión y al buen resultado del turismo de negocios, sobre todo entre Londres y Nueva York, lo que compensa los altos precios de los combustibles.

Los ingresos por pasajero han subido un 7%.Además, las cuentas recogen un crédito fiscal de 32 millones debido a la reducción del tipo impositivo del impuesto de sociedades de Reino Unido y al hecho de que no se han devengado plusvalías derivadas de la adquisición por etapas de Iberia, según explicó IAG en su informe de gestión.Aun así, las cuentas resultan "peores de lo esperado", según el análisis del Banco Sabadell, debido a una partida extraordinaria negativa de 61 millones de un efecto "puramente contable" derivado de unos beneficios en coberturas que sí reflejan las cuentas de Iberia pero que no pueden recoger en IAG porque son previas a la fusión.Coste del petróleoLa escalada del petróleo se traducirá en un encarecimiento de los billetes, apuntó Dupuy. Los costes de combustible ganan peso (ya suponen un 31,5% de los costes totales, frente al 26% del pasado año) al subir casi un 35% (630 millones de euros). El grupo espera pagar hasta 5.200 euros en combustible este año.El Consejo de IAG obtuvo una retribución fija de 3,3 millones (más 4,3 millones de opciones sobre acciones), frente a los 1,03 millones que ganó el Consejo de British en el mismo periodo de 2010 y a los 971.000 del de Iberia.La española negocia el convenio colectivo con sus pilotos con un conflictivo telón de fondo: los planes de empezar a operar sus vuelos de corto y medio radio mediante el lanzamiento de una nueva compañía de bajo coste o a través de su participada Vueling. El consejero delegado, Rafael Sánchez Lozano, apuntó que "Iberia está explorando todas las vías, pero busca una solución estructural y no un parche".Las acciones de IAG subieron ayer un 1,16%, hasta los 2,7 euros.