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Cuando el hombre se vuelve objeto de una mujer

24/02/2010 19:00 1 Comentarios Lectura: ( palabras)

Más que por estos lados, este juego se conoce en países europeos o en EEUU, donde incluso se realizan cenas y fiestas en las que machos desprovistos de sus ropas deleitan y complacen a féminas dominadoras

“Ven aquí perrito malcriado/ ven mi cachorrito/ soy tu ama y te lo mando”, cantaba hace algunos años la brasileña Kelly Key en un videoclip que pasaban por la TV.

Su canción pasó a la historia. Pero hoy una práctica conocida como “clothed female naked male” (CFNM) -que equivale en castellano a mujer vestida hombre desnudo- parece recoger ese espíritu de juego de dominación.

Hace un par de años en Europa y EEUU los más osados comenzaron a introducirse de a poco en esta nueva práctica sexual.

Las reglas elementales para entrar en el juego son que la mujer debe permanecer vestida, mientras que el hombre es el que debe despojarse de la ropa de una vez o de a poco, da igual.

Lo importante es que quien comande todas las acciones que él realice sea ella. Y, a la vez, que el hombre sea complaciente y acceda a las peticiones de la mujer con prohibición de tocarla o desvestirla, a menos de que sea ella quien lo solicite.

Con esto ya no es necesario ir a una despedida de soltera -de esas de verdad, con vedetto incorporado- para sentir que el hombre es un objeto sexual que no tiene más tarea que la de seducirte.

Y, de paso, el rol de seductora que, desde los orígenes de los tiempos se ha atribuido a la mujer, busca un equilibrio en el cosmos y ella deja de ser la única capaz de ostentar aquel título.

El sicólogo clínico y sexólogo César Menéndez señala que a pesar de que biológica e instintivamente hablando el hombre es el activo y la mujer la pasiva, “hoy ella también puede ser activa. Puede tomar el dominio de la actividad sexual. Es que la espontaneidad de la mujer ya no está siendo reprimida por la religión. La virginización de la mujer la hizo ser celestial, solamente madre. Hoy no. Hoy también incorpora su rol de amante-hembra”.

Por su parte, el sexólogo Andrés Moltedo dice que en el origen de la posición del misionero “se minimizaba el placer sexual femenino, porque es el hombre el que se mueve y el que detenta todo el conocimiento sexual como una cosa que pasaba de generación en generación y hasta no hace mucho. Gracias a la píldora anticonceptiva y otras cosas como la educación sexual, las mujeres han sido capaces de ser más exigentes y liberarse un poco del estigma de ser una puta si es que les gusta el sexo, si es que lo disfrutan. Por lo tanto, el poder sexual también comenzó a ganarse en la medida en que la mujer comenzó a decir que no y ese no comenzó a ser respetado por su pareja. Hay una especie de juego de poderes ahí”.

Pero si bien es cierto que con el paso de las décadas la mujer comenzó a ganarse su lugar bajo -y sobre- las sábanas por diversas razones culturales y médicas, también lo es que el hombre aprendió a hacerle un espacio a ella y a apreciarla como alguien que puede tomar las riendas en la cama.

Cinthia Cassan, siquiatra, sicoanalista y terapeuta familiar, especialista en temas de mujer, pareja y sexualidad, dice que en estos tiempos el “que la mujer asuma su rol de deseante, y pueda tomar la iniciativa, es algo que muchas veces las parejas les reclaman, ya que a ellos también les genera deseo saber que la mujer los desea. Esperan que ella los sorprenda, los busque, inicie el juego erótico”.

Y agrega que “una de las cosas más eróticas es ir desvistiéndose de a poco, o quedarse con algo de ropa; lo medio-oculto genera deseo. Lo que se va develando de a poco es más erótico que lo que se muestra descarnadamente”.

EL PLACER DEL SOMETIMIENTO

Si bien el afán de esta práctica es que sea un juego, una nueva forma de disfrutar y de romper con la rutina, también hay una cuota de placer en el sometimiento, explican los especialistas.

El sexólogo Andrés Moltedo no ha recibido en su consulta a personas que le hablen de casos relacionados al CFNM, ya que en Chile esta práctica no es muy conocida aún, sin embargo, señala que “me suena principalmente como un tema de juego previo. Ahora, obviamente que detrás de los juegos previos pueden haber juegos de poder. Y bienvenidos sean. En algún momento es bastante rico sentirse el objeto de deseo de otra persona. No solamente ser el que busca. Creo que sentirse buscado, querido y apreciado es excitante”.

El CFNM se practica a veces de a dos, pero en otras ocasiones de forma grupal. En algunos países del viejo continente, incluso, se hacen fiestas o reuniones de este estilo en que las mujeres recrean la vista, tocan y practican sexo oral y los hombres pasean “en cueros” mostrando sus atributos y disfrutando de la pasividad.

LA NACION..


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Autor:
Benna (18 noticias)
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Nota de prensa
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cantor (15/01/2011)

estas weas son de afeminados XD