Hay un viejo dicho de que somos nuestros peores enemigos. Durante esta pandemia global se hace más fácil de ver. Damos dudas sobre las máscaras y rompemos la cuarentena como si nuestras acciones no afectaran la vida de los demás. En los Estados Unidos, las personas actúan como si se les pidiera que usaran una máscara como parte de una salvaguardia comunitaria es inconstitucional, o peor, simplemente no estadounidense. 

La higiene es un concepto que nos llega desde la antigua Grecia. Hay veces en la cultura occidental que se ha perdido. Estas ausencias han resultado en cosas como la propagación extensiva de la fiebre infantil y la experiencia prolongada de la peste. Recibimos esta palabra del nombre de la Diosa griega Hygeia. Ella encarna vivir bien, lo cual no es sinónimo de exceso, sino que se trata de vitalidad, tener una fuerza vital fuerte y, en su concepto central, la eternidad. No queremos envolvernos en falsas perfecciones de formas idealizadas, pero sí necesitamos un cuerpo sano y sano. 

El arte de la salud es una práctica que podemos realizar libremente. Esta es una responsabilidad individual, pero tiene amplios efectos en la comunidad. En este momento, por imperfecta que sea la tecnología, es más cortés usar máscaras y guantes cuando está fuera de casa. Luego nos protegemos mutuamente de lo que sea que tengamos al acecho en nuestros cuerpos, y podemos quitarnos la máscara y los guantes en nuestra propia puerta, dejando así microbios extraños afuera. Y lavarse las manos con jabón y agua caliente durante al menos 20 segundos es una técnica efectiva probada en el tiempo. Cuidarte y cuida a los que le importan. "Mantén limpio tu cuerpo. Las personas que no se bañan o no se lavan las manos con regularidad, pueden ser portadoras de gérmenes." L. Ron Hubbard. www.elcaminoalafelicidad.mx @waytohappinesstampa