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A llegado el invierno y con el llegan también las heladas y el evento niña, el cual se espera que se haga sentir entre los meses de julio y septiembre
A llegado el invierno y con el llegan también las heladas y el evento niña, el cual se espera que se haga sentir entre los meses de julio y septiembre.
Para todos quienes estaban ilusionados con las lluvias y con que el superávit de agua caída en Santiago se traduciría en un mejor pronóstico para las precipitaciones que se esperan en todo el país, se les debe decir la verdad. El superávit es solo en Santiago y a pesar de que a llovido en todo nuestro país (desde la IV a la XII regiones) estamos aún en déficits y se estima que esto va a seguir así.
Estamos en una fase intermedia entre los fenómenos del niño y la niña, y todo hace presagiar que la niña se hará sentir en lo que queda de invierno. Esto se debe a que el océano Pacifico se ha ido enfriando paulatinamente los últimos meses haciendo que las temperaturas caigan en todo el hemisferio sur, trayendo consigo una caída en las precipitaciones y un aumento del frio, lo que conlleva a su vez a que este año siga la tónica de años anteriores, en los cuales los inviernos han sido demasiado helados.
¿Y que pasa con el anhelado niño? Bueno esta pregunta nos la hacemos desde hace mas de una década, en donde nuestro país sintió los efectos de un evento niño moderado pero beneficioso para nuestra tierra, el cual hoy nos sigue ilusionando con que San Isidro nos tire el agua con balde. Lástima que por este año tal cosa no sucederá ya que se ha presenciado una disminución en la temperatura del océano en aguas ecuatoriales y subecuatoriales a lo largo de todo el pacifico sur, en donde se produce el fenómeno el niño, y hasta que esta situación no cambie, el frio seguirá siendo nuestro amigo invernal y las lluvias nuestro sueño de verano.