¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que José Carlos Del Coso escriba una noticia?
Desde que el hombre dejó de preocuparse única y exclusivamente por conquistar el fuego, cazar, pescar y reproducirse, siempre ha estado buscando un universo paralelo. Esa otra dimensión donde habitan al mismo tiempo antepasados muertos, hadas, duendes, extraterrestres y energías desconocidas. Desde hace pocos meses ya tenemos la certeza definitiva de que existe esa realidad paralela a la nuestra. El mundo contracorriente, la contracultura oficialista ha encontrado la otra realidad en las páginas de un periódico que mancha con tinta una eme roja. Hay muchas formas de diferenciarse del resto, por ejemplo, creando un universo mediático deportivo con tele, radios, periódicos digitales y en papel, o incluso abriendo cafés. Marca diversifica sus riesgos empresariales y para ello lo mismo te sirve una portada de Mourinho que te sirve una cerveza con canapé. No me considero una persona lo suficientemente capacitada en el mundo empresarial para dar consejos a nadie, sin embargo, no he necesitado pagar un máster en empresariales para saber con seguridad que es un requisito imprescindible el hecho de diferenciarse del resto sin hacer el ridículo. Nunca he entrado en un Marca sports Café, desconozco si existe el montadito CR7 o el postre Sandro Rosell. Quizás te preparan el "picadillo de Pepe", el "té helado Karín Benzemá" o el güisqui con Guti. De lo que estoy completamente convencido, según la línea editorial que está siguiendo en los últimos tiempos este universo mediático con la estrella del Barcelona es que a los desperdicios de los clientes habrán de llamarle "LeoMessi". Recoge los "leomessi" de las mesas le dirá un camarero a otro, o "vayan a tirar al contenedor las bolsas de "leomessi" antes de que nos cierre sanidad, espetará el encargado del local. Es completamente indignante la media vuelta que el periódico deportivo más seguido y reconocido de este país ha dado nuevamente hacia el "indismo". Pocos podían esperarse de Óscar Campillo una línea editorial tan cercana a los peores tiempos de Eduardo Inda, al que respeto como periodista generalista pero detesto en su faceta deportiva. Cómo pueden aguantar Segurola, Palomar, Iglesias o Ugarte tantísima ración de comida caducada y putrefacta. Qué valor nutricional sale si mezclas en un mismo plato tanto talento con tanta podredumbre. El universo Marca ha decidido llevar la contraria al resto del universo, el universo Marca ha decidido convertir en local a un jugador universal. Son tiempos difíciles para aquellos que deseen engordar y airear las virtudes de Cristiano Ronaldo. La solución más sencilla es silenciar y ridiculizar los logros de Messi. Para atacar al crack argentino lo más peligroso que se puede llegar a usar es una simple pistola con balas de fogueo. Quitarle un gol y reírse de un récord. El paso previo para ridiculizar a Messi es hacer el ridículo. Y se hace el ridículo cuando le robas un gol de su cuenta y luego tienes que llamar al departamento de contabilidad de la empresa para hacer encajes de bolillos con las clasificaciones. Cuadrar el saldo de goles como haría un mal contable antes de imprimir el balance anual o la portada final. Messi Marcó su gol 86 y superaba a Muller con su récord de 85 goles. Solución contable para no bajarse de un burro al que nunca se debió subir: Se le siguen dando a Messi 85 goles y se considera que Muller solo marcó 84. Se publica la portada del récord de goles en letras tamaño 80 y se pone la cantidad de 85 goles en letra tamaño 6. Robar prestigio a Muller para robar un simple gol a Messi. Violar el sagrado santoral de los datos históricos por no pedir perdón y llamar la atención a un cronista con un problema de falta de percepción crónica. En el Universo Marca, que basa sus datos oficiales en la sensibilidad del cronista, quizás Inglaterra no ganase aquella Eurocopa del 66 frente a Alemania con un gol fantasma. Quizás a ojos del cronista marquiano aún estén jugando la prórroga o incluso puede que el título haya quedado desierto. Puede ser incluso que España haya ganado el Mundial de EEUU 94 porque el cronista marca haya decidido expulsar a Tassoti, a espaldas del árbitro, por aquel codazo a Luis Enrique, o puede que la vuelta de la copa ante el Celta no pueda ser disputada por Cristiano Ronaldo porque en el partido de ida merecía la expulsión. A saber quién según marca cumple la próxima jornada ciclo de sanción ¿Cuántos goles llevará Rubén Castro en el Betis? O si realmente España ganó la medalla de Oro en los JJOO del año 92. Todo esto por quitar un gol a Messi, uno entre un millón. Es curioso que el periódico que desea llevar a gala la oficialidad del deporte español reniegue de forma unilateral y absurda de la propia realidad oficial. Un medio de comunicación orientado a amar el deporte y a que los demás lo amen, debería al mismo tiempo amar a Messi en lugar de odiarle, pues Messi es el más grande jugador de todos los tiempos y el mejor deportista que existe en la actualidad. Solo puede deducirse odio verdadero tras desenterrar la memoria de un jugador africano muerto en un accidente aéreo para poner en entredicho el récord del argentino. Godfrey Chitalu, muerto en accidente aéreo en 1993, desenterrado y recordado 20 años después por un medio de comunicación, no para elevar su grandeza, sino para derribar con sorna la de otro. Dudo de que el lector madridista disfrute con este tipo de campañas, pues lamentablemente la campaña no está organizada para alegrar al madridismo sino para irritar al culé. Suerte tiene el diario Marca de que el carácter de Leo Messi sea opuesto al de Maradona, pues si no fuese así hace ya unos días que Óscar campillo, como director de Marca, hubiese recibido en su despacho un pequeño paquete con la siguiente inscripción en la solapa: "Meteos los patucos de oro por el orto".
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