Dianne Hofner Saphiere una experimentada y talentosa fotógrafa de Estados Unidos con casi 50 años de experiencia, ha logrado a través de sus viajes captar como pocos la belleza de la naturaleza con su cámara fotográfica.

Es licenciada en Estudios Internacionales de la Universidad del Pacífico en California, con San Francisco, conocimientos que aplica como gestora social y cultural, sin embargo una de sus pasiones es registrar la belleza del mundo con su cámara.

Radicada en Mazatlán, es considerada una de las fotógrafas de naturaleza más importantes y productivas del noroeste mexicano, Dianne ha publicado sus fotografías en importantes revistas, libros, periódicos y medios digitales.

Las aves en vuelo, los grandes felinos, animales acuáticos, ranas, y otras especies exóticas, son algunos de sus motivos fotográficos predilectos. Antes de la cuarentena salía casi todos los días a registrar la naturaleza, ahora con el confinamiento se ha dedicado a organizar miles de imágenes que ha tomado y que almacena en su computadora.

Referente a su trabajo fotográfico comentó en reciente entrevista: 

“Estoy muy atraída por la naturaleza; las fotos de la vida silvestre me cautivan y encuentro alegría y paz en hermosos paisajes. Mi corazón y mi mente están muy atraídos por las personas, sus acciones e interacciones: dando voz a su singularidad natural y profundidad. Tengo una serie de muchos años que se titula, “Tesoros culturales humanos”, que me encanta. Sin embargo, fotografiar personas espontáneamente puede sentirse invasivo. Aquí en México, la gente posará automáticamente si apuntas la lente hacia ellos. Por esas razones, mientras mi corazón se dirige al retrato en entornos naturales, sin oposición, con mayor fluidez o facilidad fotografío la naturaleza”

La misión de un fotógrafo de temas de naturaleza es capturar la belleza de nuestro planeta, y en su mano y ojo está hacer todo lo posible para conseguirlo –(enfrentarse a especies peligrosas, largas caminatas bajo las inclemencias del tiempo, soportar la incomodidad del transporte para llegar a los parajes más remotos, los mosquitos, entre muchos inconvenientes), se deben soportar para lograr capturar  los animalitos desde una perspectiva única y original, son los detalles de las adversidades que se deben sortear para hacer una buena fotografía.

Mi esposo me ha salvado de ser atropellada por un autobús, de ser atacada por un caimán y de ser sido herida por disparos de narcotraficantes

“Mi esposo me ha salvado de ser atropellada por un autobús, de ser atacada por un caimán y de ser sido herida por disparos de narcotraficantes. ¡Mientras miro a través de mi lente no tengo visión periférica! Por otro lado, no comparten mi pasión, por lo que se cansan de mi fotografía, se aburren con ella, resentidos por el tiempo que esta pasión se lleva.”, comentó la artista en entrevista para Audio Noticas al Instante.

Claro, sin lugar a dudas Dianne es una dama intrépida, valiente, con verdadera vocación, no en vano sortea su integridad, su concentración es tal alta, que no advierte los peligros latentes que la rodean, cada intervención significa una intensa aventura, circunstancias que le dan sentido a sus proyectos, porque la vida nos ofrece retos, los cuales exigen entrega, fortaleza, empeño, persistencia, y verdadero sentido de pertenencia. Por eso cada proceso fotográfico encierra una serie de sacrificios, que hacen más meritorios los resultados, y enaltecen a la persona que los ha obtenido.

Detrás del éxito hay una serie de sucesos, de anécdotas, amalgamados con sinsabores, hechos que acompañan esta manifestación artística. Ocurre que un fotógrafo ante todo es un ser humano, provisto de una cámara que se convierte en parte de su cuerpo, en su amiga inseparable, su compañera de aventuras, un corazón auxiliar, es su confidente permanente, donde  de tanto interactuar se produce una fusión poderosa, reservada para quienes se compenetran con sus sueños. 

Esta hermosa mujer, revestida de coraje, tiene un corazón enorme, posee gran sensibilidad, por la naturaleza, desde lo más profundo de su ser, expresa su amor incondicional por la biodiversidad, por las maravillas que habitan nuestro planeta, lo cual la hace merecedora de este reconocimiento que reúne el sentir de miles de admiradores, que aguardan con ansiedad nuevas imágenes, con sus singulares gestos, poses, movimientos, formas, o colores, enmarcados en esos espectaculares entornos que brinda la naturaleza.

Aparte de gratitud y admiración, expresamos nuestro apoyo, le exaltamos a proseguir en esta filantrópica misión, porque sus trabajos emiten un lenguaje de esperanza, invitan a continuar con empeño, a no claudicar, porque a pesar de las vicisitudes somos seres capaces de superar los momentos aciagos. Y tenga la convicción que sus registros fotográficos tan especiales, se convierten en un bálsamo para nuestra vida cotidiana, en ellos se conjugan su disciplina, su pasión, su  espíritu aventurero, su altruismo, su técnica, es decir nos deja percibir su alma.

Su llegada al proyecto Arte Sin Fronteras por la Paz, ha sido de gran valor, refuerza esta familia que sigue creciendo a nivel mundial, que continua estrechando los lazos de amistad entre seres humanos llenos de cualidades, fundamentados en el servicio social y la solidaridad.

Estoy muy atraída por la naturaleza; las fotos de la vida silvestre me cautivan y encuentro alegría y paz en hermosos paisajes

Un fuerte abrazo que reúne el afecto de todos sus seguidores.

Por GUILLERMO MARTIN MORENO

Artista Visual – Gestor Cultural Colombiano