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No hay manera, el tiempo me está ganando la partida. Los juegos se me acumulan en las estanterías y discos duros y apenas encuentro tiempo para ponerme en serio con ellos. El trabajo diario, el ejercicio y la vida social tienen mucho que ver, pero no son los únicos motivos que me han mantenido alejado de las consolas.
Durante el último mes, algo caótico, el ordenador y Blizzard han tenido mucha culpa. Warlords of Draenor y Hearthstone han absorbido mis escasos tiempos muertos. La última expansión de World of Warcraft, en la que la compañía ha echado el resto, ha logrado atraparme y me ha hecho revivir algunas experiencias similares a las de los inicios del juego y la era Burning.
Aparte de eso, Wii U es la máquina que más tiempo me ha robado, con Smash Bros en solitario y con Mario Kart 8 cuando han venido amigos a casa. Bueno, eso y Mario Party 9, un valor seguro pero que ya tenemos muy trillado (deseando estoy que Nintendo lance uno para Wii U).
Mientras, el resto de consolas y juegos acumulan polvo. Casi no he jugado a Dragon Age Inquisition, tengo el Killer Instinct abandonado, he perdido la esperanza de pasarme algún día el nuevo Assassin's Creed y Sunset Overdrive y Call of Duty: Advanced Warfare se merecen mucho más tiempo del que les he dedicado hasta ahora.
Sin embargo, se ha producido un hecho que puede suponer un punto de inflexión a partir del cual comience a distribuir mejor el tiempo que le dedico al ocio electrónico: mi suscripción al WoW ha caducado y no tengo intención de renovarla, por mucho que mereciese la pena (y creo que en calidad, el juego lo vale). Esto me ha permitido plantearme nuevos propósitos gamer de cara a 2015: jugar a todas las consolas, como mínimo probar todos los juegos que lleguen a mis manos y escribir mucho, muchísimo más que hasta ahora.
Para demostrar que mis intenciones son buenas, concluyo este breve post y voy a practicar un poco la puntería en Far Cry 4.
En serio, ¿de dónde saca la gente tiempo para jugar? Mi yo de hace unos años tendría la respuesta, pero ya no puedo preguntarle.