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No solo los simios. Los delfines y ballenas también deben ser tratados como «personas» no humanas, con derecho a la vida y a la libertad, según proponen prestigiosos científicos reunidos en la conferencia anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), la mayor del mundo, que fue celebrada en Vancouver (Canadá). Expertos en conservación y comportamiento de los animales consideran que estos cetáceos son suficientemente inteligentes para que reciban las mismas consideraciones éticas que los seres humanos, lo que implica poner fin a su caza, cautiverio o abusos. Por este motivo, apoyan la creación de una Declaración de los Derechos de los cetáceos.
«La ciencia ha demostrado que la individualidad -la conciencia de uno mismo- no es una característica única del ser humano. Eso plantea todo tipo de retos», dice a la BBC Tom White, profesor de Ética de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles (EE.UU.). Los expertos que están de acuerdo con esta corriente de pensamiento concluyen que, aunque no sean humanos, los delfines y las ballenas son «personas» en el sentido filosófico, lo que tiene importantes implicaciones.
La declaración, que originalmente se acordó en mayo de 2010, señala que los cetáceos tienen derecho a la vida, no pueden ser obligados a estar en cautividad ni ser objeto de malos tratos, ni ser retirados de su ambiente natural. De igual forma, no pueden ser propiedad de nadie. La base de todo es que los delfines tienen conciencia de sí mismos, reconocen su imagen en el espejo. Saben quiénes son.
La corteza cerebral y la neocorteza cerebral de los delfines de nariz de botella es tan grande que la anatomía que evalúa la capacidad cognitiva lo ubica segundo después del cerebro humano. "Sugiere continuidad psicológica entre humanos y delfines y tiene implicaciones profundas para la ética de la interacción entre ambos " según el investigador. Los estudios también revelaron que los delfines tienen una personalidad propia y pueden pensar a futuro. También dejaron claro que son animales culturales que pueden aprender nuevos tipos de comportamiento entre ellos. Lori Marino y su equipo Utilizaron imágenes de resonancias magnéticas para mapear el cerebro de especies de delfines y compararlo con el de los primates.
Su cerebro es grande, con la corteza cerebral bastante desarrollada. Los delfines son a menudo considerado como uno de los animales más inteligentes de la Tierra. La comparación de inteligencia entre diferentes especies es complicada, debido entre otras cosas, por las diferencias en el aparato sensorial, los modos de respuesta, y la naturaleza de la cognición. Sin embargo, el comportamiento de los delfines se ha estudiado extensamente, tanto en cautividad como en la naturaleza.
Los delfines son animales sociales que viven en grupos familiares. En lugares con una gran abundancia de alimentos, estos grupos pueden exceder los 1.000 individuos. Además pueden establecer fuertes lazos sociales, donde incluso algunos individuos heridos o enfermos son cuidados por otros, incluso ayudando a respirar al llevarlos a la superficie si fuese necesario.
Muestran desarrollo de cultura, algo que por mucho tiempo se creyó que único para el ser humano (y posiblemente de otras especies de primates). En mayo de 2005, se descubrieron en Australia delfines del Indo-Pacífico que enseñaban a sus crías a usar las herramientas, cubriendo sus hocicos con esponjas para protegerlos mientras se alimentan. Este conocimiento es traspasado por las madres a sus hijas, a diferencia de los primates, donde el conocimiento es generalmente transmitido a ambos sexos.