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¿Pablo Longueira podría asumir la jefatura de campaña de Marco Enríquez-Ominami? Obvio que sí, pero sería un disparate especular que ocurra
¿Podría el senador Pablo Longueira asumir la jefatura de campaña del diputado Marco Enríquez-Ominami? Es obvio que sí, podría, pero sería un disparate siquiera especular que ello ocurra. Y es que después de presenciar un foro realizado en la Fundación Jaime Guzmán con ambos como protagonistas, fue lo primero que se me vino a la cabeza, en donde un salón repleto de jóvenes (y no tanto), fueron testigos de las caricias y lanzamientos de flores entre los dos.
Mientras escribo esta columna, veo a un ejército de periodistas sacando las cuñas más sabrosas del encuentro, como supongo sería la frase de Longueira cuando tildó como “un error de la UDI el no llevar un candidato presidencial”, que para los mal pensados es una bomba, ya que este sábado se realizará el Consejo General de su parido y que, se supone, proclamará a Sebastián Piñera como su candidato presidencial.
O las frases de Marco, quién catalogó a la UDI como “un partido sin ambición y poco audaz”, siempre en el sentido de no llevar un candidato propio a esta elección.
Serán sabrosas las crónicas, pero me gustaría colocar un punto diferente en el debate que se generará.
El de las caricias, las palabras de elogio, del porqué Longueira ha venido promoviendo a Enríquez desde que surgió su candidatura. No hay mejor negocio para la Alianza el que Marco pase a la segunda vuelta y deje herido a Eduardo Frei, situación que suponen provocaría que los sectores más moderados de la Concertación se volcaran a Piñera.
¿Pablo Longueira podría asumir la jefatura de campaña de Marco Enríquez-Ominami? Obvio que sí, pero sería un disparate especular que ocurra
Las caricias no fueron pocas. Frases como “valoro el coraje de Marco para pararse de frente al país”, “su discurso es muy atractivo y transversal” o “no comparto, pero me gusta” son a mi juicio palabras que, de no conocerse el trasfondo estratégico, provocarían escozor en muchos, pero al ver la reacción de los presentes y el aplauso cerrado que se produjo al finalizar el debate, pareciera que están dando sus frutos.
Por su parte, Marco devolvió el favor reconociendo que a Longueira le cree. Por su trayectoria, por su consecuencia, valentía, por la defensa de los intereses partidarios. Pero Enríquez fue más allá aún y dijo que la UDI es un partido que mueve a Chile, por lo que no entiende que no tenga candidato propio.
Quizás la frase más provocativa del candidato independiente fue que el considera que “la UDI renunció a competir”, opinión lanzada mirando al senador.
Sabrosas, entretenidas y provocativas ideas ad portas del Consejo General de la UDI, ¿no?