Visitar Lisboa es un placer, no solo para la vista, sino también para el paladar. La ruta por la capital portuguesa se vuelve mucho más apetecible con el dulce olor de los típicos pastelitos recién salidos del horno que seducen a cualquier viajero. Por eso os proponemos ser catadores por un día y a la vez aprovechar para ver la ciudad desde los escaparates de las mejores reposterías... ¡Coged el mapa de Lisboa y tomad nota!

El punto de salida es la Casa Pastéis de Belém, fundada en 1837, cuyos pasteles han mantenido su receta original hasta hoy en día. No obstante, nadie os va a contar cómo obtener su rico sabor en vuestra propia cocina, ¡es todo un secreto! Situada en la Rua de Belém nº 84 a 92, es un lugar idóneo para empezar el día con una visita al Monasterio dos Jerónimos, de donde proviene la famosa combinación de ingredientes para sacar los Pastéis, y, sin duda, a la Torre de Belém, un emblemático monumento proveniente de la arquitectura manuelina.

Seguidamente, si andar mucho no es lo vuestro, os recomendamos tomar ferrocarril y metro hasta la parada de Terreiro do Paço. Como podréis comprobar, os deja al lado de la Praça do Comércio, lugar en el que se pueden encontrar distintos cafés con el famoso pão de ló (bizcochuelo). Juntamente con un espumoso café, es un momento ideal para tomar un almuerzo de media mañana.

Cruzando Lisboa en dirección opuesta al mar, se encuentran cuatro pastelerías más no muy lejos entre sí. Es el caso del Café A Brasileira, la Casa Brasileira, la Confeitaria Nacional y la Pastelaria Suiça. En todas ellas se venden pastelitos de nata y tartas al horno con los que se te va la vista, aunque si preferís evitar largas colas y multitudes de turistas es mejor echar una rápida ojeada y seguir el tour por los monumentos portugueses. Por allí cerca os queda la estatua del Rey Juan I y la Plaza Luís de Camoes.

Finalmente, os sugerimos coger la línea verde de metro hasta la parada de Alameda para visitar dos últimas pastelerías especiales: La Mexicana, decorada con unas baldosas muy originales (no os confundais, no es un restaurante mejicano) y Empório do Chá, con una terraza de ensueño en la que también podréis pedir todo tipo de tés e infusiones.

Por supuesto, no hace falta verlas todas en un mismo día, y si estáis de turistas en otro pueblo tan bonito como Sintra no os vamos a forzar una visita por la capital. No obstante, si os alojáis en uno de nuestros apartamentos en Lisboa, ¿qué os parece ir a desayunar cada día en una diferente?

¿Ahora os apetecen más unas vacaciones en Portugal?

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