Con mucho respeto les presento esta cosa echada en el suelo, por que aunque ustedes no lo crean, en nuestra maldita ley de animales el perro es solo eso. El es "Casimiro"...¿adivinen por que le puse Casimiro? Fácil...casi-miro, es medio ciego, ve por un ojito solamente, casi-corro, casi-ladro, casi-peleo, casi-se cae, casi-come...casi...casi.

Un día su dueño decidió dejarlo abandonado en el camno, solo por que envejeció, tenía sarna, tocía, apenas se mantenía en pié por lo esquelético y desnutrido que estaba, para ese dueño un día este perro viejo, inclenque, ciego, no le sirvió mas ni siquiera para mirarlo. Fue y lo botó. Así de simple para algunos seres irresponsables que no son capaces de llevar en su corazón, humanidad. Confío en que tarde o temprano ese daño se le devuelve, siempre lo digo. Lo encontramos amarrado con un alambre al cuello, seguras intenciones de ahorcamiento como tantas veces ha pasado cuando llegan personas en busca de negocio a través de un perro abandonado...sacar a $ 5.000.-

Lo dejaron abandonado por viejo, no es capaz ni de levantar la pata para orinar, debe tener como doce añitos o mas, le costó habituarse al ambiente, a estar con mas perros, y como no ve, el olía comida y se tiraba como loco desesperado, sin ver a quienes estaban a su alrededor, los perros territoriales del lugar le sacaron dos veces la cresta, ahí quedaba para la historia, con el cuello roto, lleno de rasguños, ..aaah, y más encima tuvo la mala suerte con encontrarse con personas ignorantes de los acontecimientos que suceden en el camino, que lo agarraron a la fuerza, lo llevaron a castrar y lo volvieron a dejar abandonado.

Gracias a la Dra. Claudia Aguilar, quien sacrifica parte de su tiempo para aperrar en el camino conmigo, a la colaboración de Loreto y Darna, pudimos salvarlo de una acepticemia, logró sobrevivir, y junto a mi gran Boni quién con su paciencia y cariño perruno, le enseñó a comportarse y ser querido, Casimiro aprendió aceptar a los que están con el, aprendió que siendo auténtico podría ganarse el cariño de alguien, hoy es tremendamente mamón...cuando escucha que voy subiendo; no ladra, gime, y hasta parece que dijera ma-ma-ma, es muy dócil, demasiado regalón, ni dientes tiene para hacer daño. Casimiro, es así, un perro que no hace mal a nadie, todo lo contrario, es muy entregado, hasta preocupado por las personas que llegan a verlo, se pone tan contento que ni lo imaginan. Se ha convertido en una linda sonrisa al final del camino.

Confío que pueda existir alguien que quiera darle alegría a lo que le queda de vida, quizás así podamos sacarlo de aquella soledad fría en el camino...quienes me conocen, saben que me comprometo con todos ellos, sin pedir nada a cambio, al buscarles una nueva oportunidad. Llevo años con este compromiso y aún no logro fallarles. Puedo contar orgullosa que tengo el record de dar en adopción a los perros abandonados de los caminos que he recorrido...siempre digo, vamos por el siguiente...jajaja. Solo intento mirar nuestra fría y cruda realidad con optimismo, que sacamos con decir pobrecito, sino somos capaces de hacer nada mas. Yo no soy así.

Dicen que envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. Asi lo veo yo, dentro de todas sus limitantes, Casimiro es feliz, y eso que hoy el frío y la soledad hacen trizas el corazón de aquellos que han sido abandonados en los caminos de Chile.

¿Cómo tratas a los ancianos? Lo que hoy das es lo que has de encontrar mañana cuando envejezcas. A nadie le gustaría que le hicieran lo que le hicieron a Casimiro.

No te parece que la vejez no es un impedimiento para tener un amigo?... Personalmente siempre he tenido amigos mayores que yo, algunos ya han partido, pero su recuerdo y sus enseñanzas siempre estarán en mí.

A confiar que ahora podremos darle una oportunidad a Casimiro

NO MAS PERROS ABANDONADOS

Marcela Opazo C.