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Los periodistas a veces son noticia también
Los periodistas a veces son noticia también. Hacen noticia en el ejercicio de su profesión. Esto ocurrió la noche del Domingo 23 en el programa “Tolerancia Cero”, del canal de TV “Chilevisión” de propiedad del candidato presidencial sr. Piñera. Por supuesto este solo es uno de los tantos bienes con que cuenta dicho candidato además de la Línea Aérea Nacional (LAN) y sus propiedades del Sur de Chile que se extienden por muchas miles de hrs. .En fin, no es lo que interesa, pero, es bueno saber que la propiedad de los medios de prensa y comunicación social, limitan la libertad de expresión, como quedó fehacientemente demostrado la noche de ayer.
El invitado fue el dirigente mapuche Huilcamán. Un hombre formado en el rigor de la discriminación individual y colectiva de su nación, la Nación Mapuche, de la que es dirigente, quien se atrevió a enfrentarse a tres conspicuos periodistas ya duchos en materia de entrevistas, no por eso más informados y más inteligentes. Solo expertos en acoso periodístico de la mejor marca. Bueno, estos tres periodistas del canal del presidenciable pretendieron entre otras cosas hacer confesar a Huilcamán que el pueblo mapuche era el causante de la violencia en el Sur de Chile, precisamente en el territorio de la Araucanía. Asimismo, que los mapuches asaltaban a los colonos y destruían sus bienes. También que había una imposibilidad legal de dar una solución al conflicto, por razones jurídicas y de propiedad de los bienes raíces ocupados por los colonos.
La verdad fue que entre más interrogaban a Huilcamán, más clara era la evidencia del cuadrillazo a quien creyeron un mapuche inculto y sin ideas claras de lo que ocurre en el Sur. Tal fue el bochornoso suceso que cuando Huilcamán dejó en claro que en la mayoría de los atentados, los dirigentes mapuches sometidos a proceso o formalizados quedaron libres por no existir méritos en su contra, rápidamente los duchos periodistas cambiaban el tenor de la interrogación tratando inútilmente de borrar la imagen dejada por las palabras de Huilcamán, de las que se podía percibir claramente los siguientes hechos:
1.- Los atentados no han sido en su mayor parte obra de los mapuches, y cuando estos han reivindicado algún predio anticipadamente anuncian al poseedor de este su clara intención.-
Esto, es una demostración clara que los mapuches no obran en la clandestinidad, aunque sus acciones son de fuerza, esta se dirige a la lentitud del gobierno en dar respuesta a sus demandas y no son actos terroristas contra colonos y propiedades de estos.
2.- Se levantan serias sospechas que los atentados son un elemento fáctico artificioso destinado a hacer subir el precio de expropiación de los predios que posiblemente se entregarían a la Nación mapuche, tal es así que en algunos casos dichos precios se han elevado en un 500% sobre el precio real.
3.- Hay evidencias de grupos armados que deben ser investigados por la Fiscalía, desde que si los loncos o jefes no reconocen acciones de agresión, fuerza o destrucción de bienes, en este contexto es claro que alguien interesado lo ha hecho. La historia moderna se encuentra llena de hechos autoprovocados como los utilizados para la invasión de Irak o el incendio del Parlamento alemán por los nazis.
La historia moderna se encuentra llena de hechos autoprovocados como los utilizados para la invasión de Irak
4.- La discriminación del Estado contra el pueblo mapuche se ha hecho notar al perseguir a loncos en base a denuncias de testigos sin rostro. Este elemento de agresión del Estado utilizado en los procesos desvirtúa desde ya toda transparencia y toda credibilidad en las imputaciones y se ha expresado aún por parlamentarios la necesidad de terminar con este vicio procesal que borra de una plumada todo derecho a un juicio justo. El Estado chileno, una vez más, se encuentra entre la disyuntiva de investigar acciones criminales realizando otras que constituyen un crimen del mismo estilo de los cometidos en el gobierno militar. ¿Cuál es la diferencia?
Siendo periodistas experimentados y presumiblemente bien informados ¿cómo es posible que pretendieran que Huilcamán se refiriera a una posible violencia mapuche sin siquiera pestañar frente a la cotidiana, persistente y actual violencia del sistema contra ese pueblo?
¿Cómo entender que los periodistas pretendieran hacer aceptar al lonco la legalidad de un país que les ha despojado a sangre y fuego, y esto no es metáfora, digo a sangre y fuego, de sus tierras, sus ríos, sus bosques y les hayan destruido permanentemente su sistema ecológico de vida?
Señores periodistas ser mapuche significa ser hijo de la Tierra, no dueño, usurpador, depredador o destructor de ella. Esto es un asunto que no es posible que lo comprendan quienes son pagados por el dinero del presidenciable. La violencia del Estado ya ha asesinado a demasiados mapuches. Entonces el tema resulta más que obvio.