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Perplejidad, es el sentimiento que me inspira el azote de la justicia y la policía a la banda sediciosa de Puigdemont mientras este, cabecilla de la misma, y su lugarteniente Junqueras, se recochinean en la desobediencia como si fueran intocables
El despliegue del bando nacional en Cataluña es comparable al desembarco en Normandía a finales de la Segunda Guerra Mundial: TC, TS, AN, Consejo de Estado, UE, TSJC, Tribunal de Cuentas, Fiscalía General del Estado, Jueces de Instrucción, Guardial Civil, Policía Nacional, Mozos de Esquadra, registros, incautaciones, detenciones, procesamientos, multas coercitivas, etc. Disparan a todo lo que se mueve y tiene relación con el desafío con una determinación y eficacia encomiables. Además, aseguran, que si fuera necesario, lo peor, la madre de todas las municiones, estaría por llegar, en clara alusión a los mecanismos de suspensión de la autonomía.
Vaticinan desde el Gobierno de España que los separatistas habrán perdido la guerra. Sin embargo, si así fuera, lo que parece es que el camino de estos hacia esa derrota está trufado de victorias; y que nada evitará que, para las 23h del mismo domingo 1 de Octubre, el Muy Honorable Puigdemont se asome al balcón, flanqueado por Junqueras y demás sediciosos de su banda para, cualquiera fuere el resultado de la consulta, proclamar, ya como Presidente de la República Catalana, el triunfo del SÍ y la independencia de Cataluña. Y es que, el bando nacional puede haber desmantelado el aparato logístico de la consulta pero, hace tiempo ya, que perdió la calle. Y, seamos realistas, esto puede ser aún más decisivo en el resultado del pulso, que los propios votos.
Puigdemont y Junqueras actúan como auténticos intocables
Por todo ello, resulta incomprensible que a la fecha no se haya hecho nada para pararle los pies a los cabecillas de toda esa trama. A título de ejemplo, esta semana se detuvo y se imputó, entre otros, al Director General de Hacienda del Gobierno de Cataluña y brazo derecho de Junqueras. ¿Como se explica que no ocurra lo mismo con Puigdemont y Junqueras? ¿En qué cabeza cabe pensar que su superior inmediato, Junqueras, como Consejero de Hacienda, no conocía los desmanes de aquél y hasta los autorizaba u ordenaba? Y lo mismo cabe decir de Puigdemont quien, para mayor desfachatez, lleva días utilizando su cuenta de Twitter para, sorteando el bloqueo de la web informativa sobre la votación, publicitar el enlace a los sucesivos nuevos alojamientos de la misma.
Nada obsta que sean aforados porque lo único que cambia es que el tribunal competente sería el Tribunal Supremo. Pero podría adoptar todas las medidas cautelares necesarias para frenar la sediciosa desobediencia y rebeldía de ambos. Sin embargo, nada se ha hecho de momento. La Fiscalía no ha movido ficha aún. Y no se entiende. Hasta hoy, la conclusión y éxito de cualquier operativo de desmantelamiento de una organización criminal, solo se entendía si se lograba descabezar al líder o cabecilla de la banda que ademas terminaba comiéndose la condena más dura. No se explica que se detenga e impute a los cuarenta sediciosos de la banda de Alí Babá y se deje escapar a este.
El apoyo de la calle en Cataluña puede pesar más que las urnas
AscoHastaLaNáusea