El acero inoxidable es el mejor aliado de todos los procesos de cualquier industria alimentaria
El acero inoxidable es un material que se adapta perfectamente a las necesidades de la industria alimentaria por su higiene, durabilidad, bajo mantenimiento y fácil limpieza. Un ejemplo claro de adaptación perfecta del acero inoxidable a la industria alimentaria es la producción de zumo de naranja.
Aproximadamente el 50% del zumo consumido en la Unión Europea es zumo de naranja. A este crecimiento han contribuído dos factores principales: la automatización en la obtención del zumo y la mejora de los procedimientos en producción. A ambos factores ha contribuído la introducción del acero inoxidable, fundamentalmente por su higiene. Es un material que no necesita recubrimientos adicionales para ser higiénico, y por lo tanto se elimina la posibilidad de que este recubrimiento se desprenda o deteriore. Su resistencia a la corrosión hace las instalaciones muy rentables por duraderas. Su facilidad de limpieza hace muy sencilla la tarea de eliminar posibles bacterias depositadas en la superficie.
Las tareas principales para producir zumo de naranja son: almacenamiento de las naranjas, limpiado y lavado de las naranjas, extracción del zumo, tratamiento del zumo y enfriamiento final del zumo. Todos estos procesos se realizan en una línea contínua y cerrada, para evitar el contacto del producto con el aire o con otras sustancias que pudieran contaminarlo u oxidarlo. Todos los elementos de esta cadena que entran en contacto con el zumo son de acero inoxidable. Todos se pueden limpiar sin necesidad de desmontarlos simplemente haciendo pasar a su través agua con detergente.
El acero inoxidable es un material que se adapta perfectamente a las necesidades de la industria alimentaria por su higiene, durabilidad, bajo mantenimiento y fácil limpieza
Tras la limpieza y el cepillado de las naranjas para eliminar suciedad, la extracción de zumo se realiza cortando las naranjas por la mitad y aplicando presión sobre cada parte con una pieza semiesférica, similar a la de un exprimidor casero. No se extrae por presión de la naranja completa porque se incorporarían sustancias amargas procedentes de la corteza.
Posteriormente a la extracción, se realizan otra serie de procesos como la centrifugación (para separar completamente el zumo de la pulpa), agitación (para mezclar todo el zumo extraido y darle una apariencia homogénea), desaireación (para eliminar el aire que pueda haber quedado atrapado en burbujas en el zumo) y pasteurización (para eliminar todos los microorganismos que pudieran estar presentes). Por ultimo, el zumo se almacena en tanques o directamente se envasa para su consumo.
Todos estos procesos se realizan con maquinaria de acero inoxidable: silos, tanques, centrifugadoras, pasterurizadoras, tuberías o intercambiadores de calor.
Sin el acero inoxidable, la industria alimentaria no sería tan segura, práctica y rentable como lo es en la actualidad, en este sector de los zumos o en cualquier otro.